Zaragoza
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Con la llegada del invierno, las escapadas a aguas termales se convierten en una opción ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza. A poco más de una hora y media de Zaragoza, existe un destino que reúne todo esto: pozas de agua caliente al aire libre, accesibles de forma gratuita y rodeadas de montañas que parecen sacadas de una postal.

Las aguas termales naturales, con temperaturas que oscilan entre los 30 y los 40 grados, ofrecen beneficios únicos para el cuerpo: mejoran la circulación, alivian dolores musculares y ayudan a combatir el estrés acumulado. Son, sin duda, un refugio para quienes buscan desconectar de la rutina.

Aunque hay varios lugares en España donde disfrutar de termas naturales, pocos combinan accesibilidad, belleza y beneficios para el cuerpo como las que se encuentran en un pequeño rincón de La Rioja, muy fácil de llegar desde Zaragoza: Arnedillo.

Las pequeñas pozas del Cidacos a su paso por Arnedillo, acogen visitantes todos los días del año gracias a su prodigiosa temperatura. El rio fresco y el manantial termal, te permite elaborar tu propio circuito de contrastes. Además, un poco más abajo existen los baños de barro muy populares durante los 80.

El acceso a las pozas de agua caliente es sencillo y está indicado. Hay cerca varios aparcamientos para dejar el coche (el de abajo es de pago) y tiene también zona de caravanas para que la escapada sea perfecta.

Aguar termales Arnedillo

Ubicado en el corazón del valle del Cidacos, en La Rioja, Arnedillo es famoso por sus pozas termales al aire libre, un regalo de la naturaleza que ha sido disfrutado desde la época romana. Estas aguas mineromedicinales, clasificadas como clorurado-sódicas y sulfatado-cálcicas, brotan de la tierra a temperaturas que alcanzan hasta 42 grados. Se dice que sus propiedades ayudan a mejorar la movilidad articular y a estimular el sistema linfático, convirtiéndolas en una opción terapéutica ideal.

Lo mejor de estas pozas es que están abiertas las 24 horas del día y son completamente gratis, lo que las convierte en un plan perfecto para una escapada económica y memorable. Además, su ubicación junto al río Cidacos y rodeada de montañas ofrece un paisaje espectacular que invita al descanso y la conexión con la naturaleza.