Zaragoza ha dado un paso firme hacia un modelo energético sostenible y participativo con la puesta en marcha de la Oficina de Transformación Comunitaria (OTC). Este nuevo servicio municipal, impulsado desde el área de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda en colaboración con el centro tecnológico CIRCE, nace con una misión clara: facilitar la creación de Comunidades Energéticas que conviertan a la ciudadanía en protagonista activa de la transición energética.
"Desde CIRCE aportamos el conocimiento técnico y el asesoramiento necesario para que este proceso sea accesible a todos" explica César Suela, investigador técnico del centro. "El Ayuntamiento nos incorporó al proyecto para acompañar a los vecinos en la parte más compleja, la que tiene que ver con la gestión y el diseño de las comunidades", añade.
La OTC es mucho más que un espacio técnico. Es una herramienta que combina asesoramiento, acompañamiento legal y apoyo social para que asociaciones vecinales, empresas locales, cooperativas o incluso grupos de vecinos puedan organizarse y producir su propia energía renovable.
Plaza Salamero.
"Muchas personas no saben por dónde empezar: cómo se forma una comunidad o cómo funciona una factura eléctrica", señala Suela. Por ello, desde la oficina se organizan talleres y se ofrece orientación práctica para resolver esas dudas.
A través de la oficina, los participantes reciben ayuda para cada paso del proceso: desde la constitución legal del grupo hasta el diseño técnico, la financiación, la instalación y la gestión compartida de la energía.
"Gracias a estas sesiones formativas los ciudadanos pueden llevarse una primera idea clara y después venir a la OTC para profundizar o plantear nuevas preguntas", subraya.
Con la implantación de este modelo, Zaragoza apuesta por un sistema más descentralizado y justo, donde la generación y el consumo energético se desarrollan cerca de quienes lo necesitan, reduciendo costes y emisiones, y promoviendo una economía local verde.
Cuatro líneas de trabajo
En primer lugar, ofrece asesoramiento técnico y legal para personas y entidades interesadas en crear o unirse a una comunidad energética. En segundo lugar, actúa como facilitador colectivo, guiando los procesos de constitución con herramientas metodológicas y de gestión democrática.
"La idea es que surjan grupos motores en los barrios, gente con interés que impulse la creación de nuevas comunidades energéticas", apunta Suela.
Además, funciona como observatorio de oportunidades, identificando cubiertas, edificios o espacios públicos y privados idóneos para instalaciones solares. Finalmente, ejerce de conector entre diferentes agentes: ciudadanía, empresas, administración y entidades financieras, creando sinergias que permitan proyectos sostenibles y viables.
Reducir emisiones de CO₂
Esta nueva estructura municipal se enmarca dentro de la estrategia global de Zaragoza por reducir las emisiones de CO₂, mejorar la calidad del aire y combatir la pobreza energética.
La capital aragonesa ha identificado que cuenta con un enorme potencial solar en los tejados de sus edificios públicos y en el compromiso de una ciudadanía dispuesta a participar. De ahí la necesidad de crear una oficina que articule esa energía social y técnica en un proceso transformador.
Comunidades energéticas
El modelo de las Comunidades Energéticas va más allá de producir electricidad. Busca empoderar a las personas en la gestión de los recursos energéticos, fomentar el ahorro y la eficiencia, y tender redes de solidaridad vecinal.
Cada comunidad puede definirse según sus objetivos: generar electricidad solar, promover movilidad sostenible, compartir puntos de carga o desarrollar programas de formación ambiental.
Los proyectos siguen una estructura común: se forma un grupo motor de impulso, se elige una figura legal, se delimita el tipo de proyecto, se estudia su viabilidad técnica y económica, y se define un modelo de gobernanza participativo antes de poner en marcha la instalación.
Con la creación de la OTC, Zaragoza refuerza su posición como ciudad innovadora y comprometida con el bienestar energético. El Ayuntamiento entiende la energía no solo como un recurso económico, sino como una herramienta de transformación social capaz de generar empleo verde, revitalizar barrios y fortalecer el sentido de comunidad.
Este proyecto está financiado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), M.P., dentro la primera convocatoria del programa de incentivos para la concesión de ayudas a Oficinas de Transformación Comunitaria para la promoción y dinamización de comunidades energéticas, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia" financiado por la Unión Europea- NextGeneration.
Logos financiación del proyecto
