Los altos precios de los alquileres siguen siendo una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos y amenazan con extenderse si no se corta de raíz con soluciones a medio y largo plazo. La brecha entre los ingresos y la vivienda ya sitúa a muchos hogares y familias en una complicada situación.
No en vano, esta crisis es cada vez más evidente en Zaragoza, donde los alquileres se han elevado un 10,8% en el último año, rozando ya los 11 euros/metro cuadrado al mes. Esto se traduce en que, por un piso de 80 metros cuadrados, ya se tienen que pagar 880 euros mensuales.
Mientras, los salarios no corren la misma suerte, ya que apenas crecieron un 2,9% durante el pasado año. Es decir, los precios de los alquileres en la capital aragonesa están creciendo a una velocidad tres veces superior a los sueldos de los zaragozanos.
Así lo reflejan los datos del último informe de la Cátedra del Mercado Inmobiliario de la Universidad de Zaragoza. Y los expertos no son optimistas con que esta situación pueda revertirse a corto plazo.
“Va a continuar la tendencia al alza de los precios. Falta oferta. Las instituciones están intentando sacar vivienda de alquiler asequible, pero son actuaciones que van a tardar dos o tres años y el problema lo tenemos ya mismo, y cada día es más peliagudo”, explican dos de los responsables de la Cátedra, Luis Fabra y Fernando Baena.
De hecho, multitud de barrios de Zaragoza ya se encuentran en máximos históricos, con zonas como el Casco Histórico, Centro, Las Fuentes y Miraflores por encima de 11 euros/metro cuadrado y creciendo por encima del 10% en solo un año.
Para solucionarlo, los expertos creen que se debe potenciar la construcción de vivienda y eliminar las trabas a quienes quieren poner su piso en alquiler. “Lo que hay que hacer es no coaccionar al propietario, sino fomentar que se pongan viviendas en el mercado, con tratamientos fiscales y jurídicos para incrementar la oferta. Es todo lo contrario a lo que se está haciendo a nivel nacional”, incide Baena.
No en vano, según este experto, la mayoría de las viviendas están en manos de particulares, “personas normales” que “complementan una pensión o un sueldo” con ese alquiler. “No son ni grandes fondos ni sociedades. El 90% del parque de vivienda pertenece a personas normales”, incide.
Esta crisis del mercado del alquiler también está empujando a inquilinos a decidirse por la compra de viviendas. En los primeros seis meses del 2025, más de 9.000 pisos han cambiado de manos, firmando las mejores cifras de los últimos 18 años.
