Tras meses de amenazas, negociaciones, idas y venidas de Trump, este jueves entraron en vigor los nuevos aranceles que la administración estadounidense ha impuesto a toda la Unión Europea. Desde el 7 de agosto, todos los productos del viejo continente que se vendan en Estados Unidos serán un 15% más caros hasta nueva orden, bien hasta que un nuevo presidente los vuelva a suprimir, bien hasta que a Trump se le ocurra una de sus ideas y los amplíe.
En Aragón, el impacto no es severo, ya que las exportaciones totales en Estados Unidos apenas representan poco más de un 1%, si bien hay sectores especialmente afectados por la imposición de aranceles. Durante el pasado año se vendió por 235 millones de euros, una cifra ligeramente por encima de las de 2023, aunque prácticamente la mitad que en 2022.
Así, el vino es el principal producto aragonés que ha conquistado Estados Unidos y, por tanto, el que más sufriría la activación de nuevos impuestos a la venta. De hecho, muchos pedidos ya están paralizados desde que, hace un mes, Trump amenazó con aranceles que hubieran triplicado el precio.
Una de las afectadas es Bodegas Langa, de la Denominación de Origen Calatayud, que exporta en Estados Unidos un 15% de sus ventas, y ha estado observando todas las negociaciones con la esperanza de que no se materializara en más aranceles. “Desde que empezó el runrún, hubo una paralización total de las operaciones a largo plazo. Todos estábamos a la espera de saber las reglas del juego. Dentro de lo malo, ya se saben”, expone su director técnico, César Langa.
Unos aranceles que, según estos productores, van a suponer un “reseteo total” del mercado tal y como lo conocen. “Todo el trabajo que se había hecho años anteriores no sirve para nada, porque las condiciones son totalmente diferentes. La situación va a ser complicada. Habrá que pensar cómo podemos salvar este 15% y si vale la pena seguir invirtiendo en Estados Unidos”, reconoce Langa.
Mientras, los trabajos se centrarán en explorar nuevos mercados, conscientes de que no es una labor, ni mucho menos, a corto plazo. “Las ventas que hemos alcanzado en Estados Unidos son resultado de 20 o 30 años de trabajo para tener un posicionamiento y estabilidad en el mercado. Esto no va a cambiar de la noche a la mañana, pero siempre hemos buscado la diversificación”, apunta el director técnico de Bodegas Langa.
Una situación que viven también en Bodegas Aragonesas, en la Denominación de Origen Campo de Borja, donde Estados Unidos supone el 10% de sus exportaciones cuando normalmente era el 15%. “Cuando anunció la primera vez que aumentaban los aranceles, dijo que no sacaba los vinos que tenía pendientes, aunque después sí sacaron más mercancía. Ahora tendrían que volver a pedir, pero no sabemos qué va a pasar, aunque nos lo podemos imaginar”, afirman desde esta bodega.
No obstante, esta caída de las ventas no se debe solo a los aranceles de Trump, sino que las bodegas perciben un descenso a nivel mundial. “La gente no consume vino. Los jóvenes de 20 a 30 no beben, solo la gente mayor y cada vez tienen más problemas para hacerlo”, reseñan desde Bodegas Aragonesas.
Misma línea sostienen en Bodegas Langa, que incluso lo define como una “crisis” a “nivel mundial”. “Se ha juntado con una crisis en Rusia, en todo Asia y una recesión en Europa. Son momentos críticos. Las crisis son pasajeras y no es la primera, pero va a provocar un reposicionamiento en el tejido empresarial. Veremos cuántas bodegas pueden soportarlo”, expone César Langa.
Reunión del ministro Cuerpo y las comunidades
Para tratar el impacto de los aranceles, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha citado a las comunidades autónomas a una reunión el 17 de septiembre para abordar posibles medidas que palíen el efecto económico que puede provocar en las empresas.
En este encuentro, desde el Gobierno de Aragón van a reclamar al Ministerio que aplique ayudas económicas para que las empresas puedan apostar por la diversificación de mercados y acudir a ferias y eventos.
“Se necesitan medidas estructurales independientemente de que cada comunidad pueda haber visto más resentidos algunos sectores. Es necesario que se impulsen medidas importantes para diversificar mercados y reforzar la marca de productos españoles”, ha destacado la vicepresidenta y consejera de Economía, Mar Vaquero.
En este sentido, desde el Gobierno de Aragón ya se han activado algunas acciones, como duplicar el presupuesto de Arex destinado a promover la internacionalización de las empresas o una línea de financiación bonificada de un millón de euros que gestionará la empresa pública Sodiar.
