Zaragoza
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El uso de agua en los centros de datos se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los municipios en medio del ‘boom’ de proyectos tecnológicos en Aragón. Generalmente, estas instalaciones son importantes consumidoras de agua para refrigerar los equipos y servidores, aunque las empresas ya tratan de reducir la cantidad necesaria a través de distintas tecnologías.

Esta cuestión no es ajena a los ciudadanos, que temen sufrir efectos secundarios de la ingente cantidad de agua que se requiere para poner en marcha los centros de datos. De hecho, en Villanueva de Gállego, a unos 10 kilómetros de Zaragoza, se ha tenido que construir un segundo depósito de agua de 2.400 metros cúbicos de capacidad en un antiguo aparcamiento, con un coste de 1,4 millones de euros a cargo del Gobierno de Aragón.

Muestra de este enfado son las pintadas que han aparecido en las inmediaciones de este depósito, que entró en servicio hace apenas unos meses. “Amazon destruye el planeta. El agua es para vivir”, rezan las dos pintadas.

En Villanueva de Gállego, Amazon dispone de una parcela de casi 12 hectáreas a tres kilómetros al norte de la ciudad, rodeado de cultivos agrícolas y junto a un aeródromo. La compañía ya ha construido uno de los dos edificios y un tanque de tormentas para regular el flujo de aguas pluviales, y planea dos nuevos centros de 13 y 84 hectáreas, a ambos lados del actual. En total, se requerirán 277.850 metros cúbicos/año.

El agua de abastecimiento utilizada por el centro de datos proviene de la red del municipio de Zaragoza y tiene dos orígenes principales, el embalse de Yesa y el Canal Imperial, además de tener una conexión directa del río Ebro en caso de corte de las fuentes principales. El agua se almacena en los depósitos de Casablanca, desde donde se bombea al polígono de Malpica y, de ahí, al depósito municipal de Villanueva de Gállego.

En alguna de las redes sociales de los vecinos también se extienden las críticas hacia la expansión de Amazon Web Services. “Cuando Amazon termine su obra de tres granjas de datos, ocupará más terreno que el propio pueblo. Y, por supuesto, utilizará y contaminará muchísima más agua que todo el pueblo junto”, escribe.

Además, otros vecinos no han obviado su malestar por el uso de agua de la multinacional tecnológica. “Estuvimos varios meses de obra y llegamos a tener problemas de abastecimiento, porque no bajaba con tanta fuerza, y de ahí el segundo depósito”, dice una joven que reside en el municipio.

El gigante estadounidense se encuentra en pleno proceso de ampliación de sus centros de datos, con una inversión de 15.700 millones que multiplicará por diez su presencia en la Comunidad. En estos, el consumo de agua, en global, se eleva hasta los 755.000 metros cúbicos al año, principalmente para la refrigeración de los equipos, si bien desde la multinacional inciden en que debe hablarse de “uso”, ya que gran parte del agua se devuelve a la red.