24 horas después del histórico apagón que provocó que toda la península se quedara sin luz, el país comienza a recuperar la normalidad. Poco a poco, y en algunos casos con necesidad de paciencia, los ciudadanos vuelven a su rutina y a su puesto de trabajo tras un día en el que la incertidumbre se mezcló con las dudas sobre qué hacer en caso de no haber podido acudir a trabajar o que la empresa optara por no abrir durante la tarde.
Ante ello, los sindicatos han explicado que los trabajadores no están obligados a recuperar las horas que no se pudieran hacer ni a descontar esa jornada de salario, ya que no es un asunto imputable ni a los empleados ni a las empresas. Es decir, el empresario no puede obligar a hacer otro día el trabajo que no se pudo hacer durante el apagón.
Además, todos los trabajadores disponen de hasta cuatro días de permiso si no pueden desplazarse a su puesto, bien desde su domicilio, bien por no poder regresar si estuvieran de vacaciones en el momento del apagón.
Algunas de estas cuestiones han sido incorporadas al Estatuto de los Trabajadores a raíz de los efectos de la DANA de Valencia. El Gobierno de España añadió estos asuntos mediante un real decreto, dando seguridad a aquellas personas que no puedan desplazarse a su puesto de trabajo.
Esta cuestión es extensible a todos aquellos que estén teletrabajando y que se quedaran sin luz o sin conexión móvil. Las empresas no pueden repercutir en sus plantillas las interrupciones del servicio por la caída de Internet o cortes de luz, siempre que estas hayan sido provocadas por causas ajenas al propio trabajador.
Igualmente, estas medidas también amparan a aquellos trabajadores que, debido a la situación excepcional, hayan tenido que quedarse a cuidar de otras personas, ya sean menores de edad o ancianos.
De todas formas, los sindicatos apuntan a que, en estas situaciones, no se debe generalizar, sino analizar los problemas individualmente para dar una respuesta específica a cada caso.