Zaragoza
Publicada

Optimizar el uso de agua se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de la sociedad. Empresas e instituciones abogan por la modernización de los sistemas de riego y canalizaciones y el uso de nuevas tecnologías con las que aprovechar todos los recursos disponibles, sobre todo en episodios de sequía, como el vivido hace apenas dos años en el campo, que incluso obligó a aplicar restricciones en varios puntos de la Comunidad.

Ante ello, Aragón busca conjurarse y poner en marcha diversas medidas por todo el territorio, de la mano de todos los actores involucrados, desde empresas hasta instituciones públicas. El sector tiene claro que la sostenibilidad debe acompañar a todos los usos del agua, como incide el presidente de la CHE, Carlos Arrazola. “Estamos viendo que, cada vez, regamos más hectáreas y siempre tenemos el mismo agua, por lo que cada vez somos más eficientes. En esta línea debemos continuar. Todavía hay muchas superficies de regadío que pueden mejorar su eficiencia”, ha añadido.

Así quedó de manifiesto este lunes en una jornada organizada por Amazon Web Services, donde confirmó hasta tres nuevos proyectos en los municipios donde están ubicados los centros de datos. Con una inversión de más de 17 millones, la multinacional tecnológica buscará aplicar inteligencia artificial al control de inundaciones en Zaragoza y al regadío de la agricultura, además de arreglar una tubería clave en Huesca con más de 20 años en estado obsoleto.

No en vano, la agricultura es uno de los sectores que más agua requieren en Aragón, y los regantes apuestan por una modernización de sus infraestructuras para incorporar las nuevas tecnologías disponibles. “Conforme se vayan implementando cultivos más rentables, entraremos en un círculo vicioso que permitirá que haya más retornos y capacidad de adaptación. Ya están funcionando y dando resultados”, ha señalado el presidente de la CHE.

En ese camino, Aragón se ha situado como una de la comunidades punteras, como resalta el director del Instituto Aragonés del Agua, Luis Estaún, que eleva hasta el 90% la superficie de regadío modernizada. El próximo objetivo es introducir las últimas tecnologías. “Tenemos ese reto de garantizar un consumo de agua eficiente y el siguiente paso es dotarle de las herramientas informáticas que ya existen para ser aún más eficientes”, ha afirmado.

El agua en las ciudades

Pero el agua no solo es un recurso preciado en el campo, sino que también se asoma como un elemento clave para el avance de las ciudades. Así lo entiende Huesca, que se siente “en pleno desarrollo” y, para ello, ve “imprescindible” invertir en agua. “Huesca tiene más de 6.000 años y los primeros asentamientos ya llegaron por la calidad de agua. Quizá en los últimos años no se ha invertido tanto como la potencialidad de la ciudad lo requería. Si queremos una ciudad que se desarrolle urbanísticamente, el agua es vital”, ha aseverado la alcaldesa, Lorena Orduna.

Para ello, uno de los proyectos de Amazon Web Services va a permitir recuperar la toma de agua del manantial de San Julián de Banzo, de 33 años de antigüedad y con dos décadas en estado obsoleto. “Hemos perdido una cantidad de agua tremenda. Es un proyecto de 5,4 kilómetros que abastecería a la ciudad con 473.000 metros cúbicos de agua potable. Es un agua de un manantial de la mejor calidad que puede tener Huesca”, ha explicado Orduna.

Inteligencia artificial para protegerse de inundaciones

El proyecto más importante se dará en Zaragoza, que sufrió la fuerza del agua en julio de 2023 con la inundación del Barranco de la Muerte, en el barrio de Parque Venecia. La capital aragonesa va a implementar un sistema inteligente de alertas basado en la nube de AWS, combinando la recopilación de datos en tiempo real con redes avanzadas de sensores, servicios IoT y análisis ante este tipo de desastres naturales. “Son 28 estaciones donde se va a sensorizar y detectar datos de lluvia, aire o temperatura, cámaras web, y canalizarlo a través de una plataforma y un sistema de alertas preventivo que dé tiempo a reaccionar”, ha explicado la alcaldesa, Natalia Chueca.

Paralelamente, el Ayuntamiento construirá la infraestructura física para mitigar las inundaciones en el Barranco de la Muerte, el punto crítico de la riada de 2023, que causó pérdidas por valor de 125 millones de euros, con afectaciones a viviendas, un instituto o las conexiones de alta velocidad con Madrid y Barcelona. Ello permitirá desviar las agua hacia los embalses y devolver el agua a los cauces naturales.

Demanda de grandes infraestructuras hidráulicas

No obstante, para mejorar las posibilidades de captación de agua, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha demandado al Estado más celeridad en la construcción de los embalses de Yesa, Almudévar y Mularroya, que ve clave para incrementar las hectáreas de regadío y atraer más industrias. “Si se hacen las obras necesarias y seguimos presentando proyectos de eficiencia, podremos seguir consumiendo agua en desarrollos sostenibles que aporten valor a la economía y mejoren el bienestar de los aragoneses”, ha resaltado.

Del mismo modo, desde el Gobierno de Aragón van a tratar de seguir implantando contadores de agua para optimizar los recursos disponibles, con una línea de subvenciones de dos millones de euros que ya ha llegado a 230 municipios y se ampliarán el próximo año.