Zaragoza
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La automoción aragonesa ha recibido en las últimas semanas un gran espaldarazo que asienta su presente y permite mirar al futuro con optimismo e ilusión. La llegada de la gigafactoría y la plataforma STLA Small abren nuevas ventanas de oportunidad tanto para la planta de Figueruelas como para toda la industria auxiliar, que ya empieza a escuchar aires de vehículos eléctricos que podrían llegar a Aragón al calor de las inversiones.

No en vano, como reconocen desde el clúster CAAR, no es sólo el proyecto “per se” de una gigafactoría, con una inversión de 4.100 millones y 3.000 empleos, o la instalación de una plataforma eléctrica, sino todas las oportunidades que se van a generar. “Todos los modelos de Stellantis que se van a desarrollar podrían ser fabricados en Vigo, Zaragoza o una planta italiana. Tendrán que venir anuncios de modelos concretos, pero, sin el paso previo, no hay nuevos modelos”, incide el gerente del clúster, David Romeral.

Y es que la competitividad de Figueruelas, reconocida incluso por el ministro Hereu como “la más competitiva de Europa”, es un factor diferencial para la multinacional. “Son peleas a cuchillo. Todas las plantas luchan entre ellas y sólo unas pocas se lo llevan. El trabajo de la planta y sus personas es lo que decanta la balanza”, destaca Romeral.

Así lo perciben desde la propia fábrica de la Ribera Alta del Ebro, que ven asegurado su futuro a largo plazo con el “espaldarazo” de estas nuevas inversiones. “Esperamos que ese fantasma de la crisis de las ventas se disperse y comencemos con una normalidad productiva”, confía el presidente del Comité de Empresa de la planta, Rubén Alonso.

De hecho, desde Figueruelas se produjeron el pasado año hasta 372.481 vehículos, de los que 50.855 fueron 100% eléctricos, el 13,6%. Hasta la confirmación de la gigafactoría el 10 de diciembre, las expectativas no eran muy halagüeñas en el entorno de la fábrica, que acababa de rubricar la cancelación del turno de noche y un ERTE para toda la plantilla. Ahora, incluso han programado este sábado como productivo. “Confiamos en que los modelos que vengan con esa nueva plataforma tengan mucha acogida en ventas, como el Corsa y el Peugeot”, añade Alonso.

En este sentido, todavía refuerza más el valor de la planta que las inversiones hayan llegado en un momento de menor producción. “Estimamos que un nuevo modelo requiere, aproximadamente, unos 250 millones en inversiones en la planta y otros 250 en la industria auxiliar. Pueden llegar unas inversiones de entre 700 y 800 millones de aquí al lanzamiento de los vehículos a finales de 2027”, calcula Romeral.

Con ello, la apuesta de Aragón por la movilidad eléctrica queda refrendada por un sector que ve en la Comunidad un espacio de desarrollo y prosperidad, como valoran también desde el Ejecutivo autonómico. “La plataforma STLA era muy esperada y garantiza la transición hacia el vehículo eléctrico. Con la gigafactoría, harán de Figueruelas y de Aragón una región líder en el sector y reafirma el mensaje de que estamos haciendo bien las cosas”, celebra el director general de Política Económica, Javier Martínez.

Ahora, en el sector esperan que estas grandes inversiones empresariales queden amparadas por ayudas en la compra y en puntos de recarga. “Se necesita estimular las ventas de coches eléctricos y bajar los precios. En eso está trabajando toda la cadena de valor, y se requiere apoyo de las administraciones. La infraestructura de recargas es crítico. Sin ellas no hacemos nada”, incide el gerente del clúster.