Claro y conciso ha sido este viernes Gabi Fernández, técnico del Real Zaragoza, en la previa del compromiso ante el Huesca. El duelo del domingo no es un partido más. No solo por ser el derbi aragonés, sino por todo lo que hay en juego. Los aragoneses, dos puntos por encima del descenso, necesitan el triunfo como el comer. “Ganando el domingo creo que el porcentaje de permanencia subiría muchísimo”, se atrevía a exponer.
Así pues, Gabi no ha escondido la presión y la importancia de ganar en La Romareda frente a la Sociedad Deportiva Huesca. Por ello, tiene claro que el de este domingo es el partido “más importante de los seis que quedan” y el cual supondría un respiro.
No obstante, y aunque el conjunto oscense llegue condicionado por las bajas, el entrenador no ve ningún favorito y pone la balanza al 50%: “Ni el Huesca, ni ningún equipo nos va a regalar nada. Es un equipo muy bien trabajado, espero al mejor Huesca, dentro de esas bajas, más aún en un derbi”.
Todo lo contrario para el Real Zaragoza, que después de una temporada marcada por las lesiones, tendrá a toda la plantilla disponible. Así lo ha confirmado Gabi, que contará también con Keidi Bare. Eso sí, no estará Bernardo Vital por sanción.
De esta forma, el madrileño deberá tomar decisiones para confeccionar el once titular, en el que la principal incógnita está en el centro de la zaga. “Tenemos a Lluís, Kervin o Kosa, hay varias alternativas. Todos están preparados para jugar y tienen ilusión por participar y ayudar al equipo”, declaraba.
En ese aspecto, surgían dos nombres propios. Poussin y Pau Sans. Sobre el portero, reconoce que han hablado con él sobre sus errores y su concentración, al igual que con el resto de jugadores. “La exigencia es la misma para todos, el portero entra dentro de ese relevo que nos planteamos todas las semanas”, insistía Gabi.
Por su parte, también abre la puerta a la titularidad del joven extremo. “El equilibrio es importante, no hay que pensar solo en los 11, hay que tener revulsivos como Pau, pero me lo planteo de titular. Está haciendo lo que está en sus manos para ganárselo”, analizaba.
Con la mente en el derbi del domingo, un partido especial para la Comunidad y la afición, Gabi se remontaba al trágico partido de la pasada jornada ante el Levante. “No me deja ninguna duda, pero me dolió. No es el Zaragoza que quiero, al que le estoy dedicanto tanto tiempo y no es lo que estoy transmitiendo. Lo hemos hablado con los jugadores y lo dejo atrás”, explicaba.
En su análisis del "peor partido de los cinco" que lleva en el banquillo, pone el foco en los errores individuales y colectivos, en esa falta de concentración y el bloqueo mental. "Quiero un equipo que compita y que no se venga abajo. No vamos a cambiar nada de lo que estamos haciendo", argumentaba el madrileño.