Si un día hubo un hombre capaz de unir e ilusionar a toda España fue Miguel Induráin (Navarra, 1964), el ciclista más laureado de la historia y uno de los grandes deportistas que ha visto nacer nuestro país. Por eso, pasen los años que pasen, el legado del navarro será eterno en la memoria colectiva y sus hitos, difíciles de superar.
Miguel Induráin logró éxitos casi inalcanzables para sus iguales, conquistando cinco veces consecutivas el Tour de Francia (de 1991 a 1995), algo que, en 2025, solo él ha conseguido. También fue campeón del Giro de Italia en 1992 y 1993, campeón olímpico de contrarreloj y del mundo de contrarreloj, además de contar en su palmarés con otras numerosas pruebas, victorias y reconocimientos.
Sin duda, Induráin es un referente, un ídolo y toda una institución. Por eso, su reiterada presencia en la séptima edición de la Sesé Bike Tour es motivo de celebración. El exciclista participará de nuevo en la prueba solidaria del próximo 25 de mayo en Urrea de Gaén (Teruel), junto a su hermano Pruden Induráin.
Sobre esa colaboración, su carrera, recuerdos y opiniones del actual ciclismo, ha hablado en una entrevista para EL ESPAÑOL DE ARAGÓN.
Pregunta.- Antes de repasar su trayectoria, hablamos del presente. ¿A qué dedica su vida actual? ¿Cómo es un día en la rutina de Miguel Induráin?
Respuesta.- Rutina no tengo ya desde hace tiempo. Tengo eventos y actos, andar de un sitio para otro, pero no una rutina de todos los días. Cuando puedo y tengo tiempo salgo en bici, que es lo que me gusta y es el deporte que hago.
P.- ¿Cómo se encuentra físicamente?
R.- Ya tengo 60 años y eso pesa, pero me sigo manteniendo. En invierno un poco menos, porque no me gusta ir en bici. En verano mejor cuando empiezo a salir y a hacer rutas. Tengo dos épocas.
P.- Lo que no cambia con los años es su legado. ¿Cómo se siente un hombre con un palmarés como el suyo?
R.- Contento. Hice una carrera deportiva en la que conseguí las victorias que conseguí. La gente todavía te recuerda después de 30 años aquellos tiempos. El deporte es eso, que la gente disfrute con lo que uno hace.
Miguel Induráin confirma su participación en la Sesé Bike Tour 2025
P.- Desde luego, muchos disfrutaron con usted y lo consideran uno de los mejores deportistas españoles de la historia, ¿qué opina? ¿Está de acuerdo?
R.- Hay de todo, unos tiran para un lado y otros para otro. A algunos les gusta más la bici, a otros, otro deporte. Ha habido grandes deportistas en España y estar entre los mejores es un orgullo.
P.- Con tantos éxitos debe de ser difícil elegir el momento más especial de su carrera. ¿Hay alguna victoria que recuerde con más cariño?
R.- Lo más bonito o lo más emocionante fue la primera victoria del Tour de Francia. Desde chaval soñaba con verme en la tele, en la prensa. Quieres ser ciclista, quieres ir a la mejor carrera. Y el primer año que conseguí llegar a París vestido de amarillo, fue el momento más importante. He tenido otros como olimpiadas o mundiales, pero el del Tour es el más emotivo.
Lo más bonito o lo más emocionante fue la primera victoria del Tour de Francia.
P.- ¿Y si tuviera que elegir el más duro?
R.- Los momentos más duros son cuando te caes, te has roto algo o tienes lesiones. Estás trabajando para conseguir un estado de forma y se viene todo abajo. Por suerte no tuve muchos así. Días malos de lluvia, frío o calor tienes, pero es parte de tu profesión.
P.- En una carrera de élite es muy importante el factor mental del que ahora tanto se habla. ¿Cómo lo trabajaba en su momento?
R.- Es importante tener un buen físico para el deporte, pero se necesita un poco todo. Tienes que gestionar la presión, la carrera, los esfuerzos y las comidas. Hoy en día está más controlado, pero también tienes más presión mediática, más presión de tecnología. En todos los deportes, no solo ciclismo, cada vez hay más presión y más problemas mentales.
P.- Ya que habla de entonces y de ahora, ¿cómo ve actualmente el mundo del ciclismo? ¿En qué ha cambiado?
R.- Tecnológicamente ha cambiado bastante. El material, la alimentación, todo ha evolucionado. Nuestro deporte se ha hecho más internacional. Antes corríamos más en Europa, ahora por todo el mundo, en Asia, Australia, Sudamérica… Es un ciclismo más global, incluso los equipos.
En todos los deportes, no solo ciclismo, cada vez hay más presión y más problemas mentales.
P.- ¿Hay algún ciclista español que le guste especialmente o que vea como joven promesa?
R.- Después de que se retiraran Valverde o Contador, hay chavales que lo están haciendo muy bien, como Enric Mas, que es referente sobre todo en las Grandes Vueltas. También están Rodríguez, Juan Ayuso... Hay chavales jóvenes que vienen bien, no hay consolidados, pero los hay. Los sigo a todos un poco por los medios, aunque estos días con la Vuelta al País Vasco los he visto en directo.
P.- ¿Sigue ligado entonces al mundillo?
R.- Antes de la pandemia más. Después ya no podíamos acercarnos por problemas de contagio y hemos perdido un poco el ritmo. A ver si poco a poco vamos recuperando el ir a verlos de cerca.
Induráin tras ganar su quinto tour
P.-. ¿Algún ciclista en el que se vea reflejado?
R.- No, eso ha cambiado. Ahora son etapas más cortas, son corredores más explosivos y no hay grandes rodadores o contrarrelojistas como me gustaba a mí. Las etapas son más rápidas porque la gente los ve por los medios.
P.-. En alguna ocasión ha confesado que le quedó esa espina de conseguir una Vuelta a España…
R.- Lo intenté, la corrí siete veces, pero no la pude ganar. En mi época era en abril, tenía problemas de alergia y no era una temporada que me gustara para ir en bici. Empecé bien, porque fui el líder más joven de la Vuelta. Un año fui segundo, pero al final no pude. Tampoco gané el Mundial, se me quedó alguna cosa por ahí.
P.-. Aun así, ha cumplido casi todos los retos que podía imaginarse, a sus 60 años, ¿le queda algún sueño más personal por conseguir?
R.- No, viví de lo que me gustaba, que era ir en bici. Cuando empecé, el deporte no se veía como algo de lo que podrías vivir, era algo lejano. Hoy en día el deporte está más extendido por toda la sociedad, yo pude vivir de lo que a mí me gustaba y me ha permitido ver muchos sitios, viajar… He cumplido todas las expectativas.