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Si no has oído hablar de Inma Rubiales, probablemente tengas más de 30. La joven escritora se ha convertido en un fenómeno entre el público juvenil, especialmente entre chicas de entre 15 y 25 años. Comenzó publicando en Wattpad, donde acumuló miles de lecturas, y de ahí dio el salto al papel.

Firmas con colas de hasta cinco o seis horas y cientos de lectoras esperando una foto o una dedicatoria confirman el impacto de su obra. Ayer, 5 de junio, estuvo en Zaragoza con motivo de la Feria del Libro, y pudimos hablar con ella sobre literatura juvenil, clichés, prejuicios y, por supuesto, sus personajes.

Entrevista a Inma Rubiales

¿Quién es Inma Rubiales y cómo consigue una autora tan joven movilizar a tantísima gente?

Inma Rubiales es una chica muy normal. Tengo 23 años y estoy terminando la carrera de Publicidad y Relaciones Públicas. Digo “terminando” porque no me ha dado tiempo a acabarla todavía.

Empecé a escribir muy joven, es más mi primera novela fue con ocho años. Obviamente, esa no fue la que publiqué. La primera que vio la luz la terminé con 16 o 17 años, y desde entonces fui sacando un libro por año. Hasta que en primero de carrera, en 2022, me fichó Planeta para publicar Hasta que nos quedemos sin estrellas. Desde ese momento todo ha sido una auténtica montaña rusa.

Ha sido un crecimiento rápido, pero progresivo. Eso me ha permitido ir asimilando cada etapa sin que me sobrepasara. Publicar con una gran editorial, ver tu libro en todas partes, firmar ejemplares, ver cómo esas firmas se llenan cada vez más... Ahora, en cada evento, firmo durante cuatro o cinco horas seguidas, con más de trescientas personas esperando. Ha sido tan gradual que me ha ayudado a disfrutar de cada paso sin sentirme perdida del todo.

Pero claro, a veces cuesta procesar lo que está pasando. Por ejemplo, hace poco estuve en Valencia, en la Feria del Libro, y firmé en una mañana a 700 personas. Fue una locura. Entré en modo automático, firmando rápido para poder llegar a todo el mundo. No me detuve a pensar hasta que, ya en el hotel, me mandaron un vídeo de la cola. Duraba tres minutos. ¡Incluso el hombre que lo grababa se cansó antes de llegar al final! Ahí me vino todo de golpe: llamé a mi madre y le dije “¡Mamá, qué fuerte! Han venido 700 personas de toda España solo para verme”. Cuando lo verbalizas así, da vértigo. Pero también es muy emocionante.

"Usaba el cuaderno del conservatorio, el de pentagramas y escribía allí. Un día terminé una historia y, muy digna, se la llevé a la bibliotecaria para que la pusiera en la estantería"

Empezaste a escribir con tan solo ocho años. ¿De dónde crees que te viene esa pasión tan temprana por contar historias?

La verdad es que todo empezó por aburrimiento. Yo era una niña muy tímida, me encantaba estar en casa leyendo. Mis padres me apuntaron a muchas actividades: gimnasia rítmica, kárate, incluso al conservatorio. Pero nada de eso me gustaba. Tocaba el violín, pero cuando llegaba, hacía como que entraba y me escondía. Cuando mi madre se iba, me saltaba las clases para ir a la biblioteca.

Allí leía muchísimo, especialmente Jerónimo Stilton. Cuando ya me había leído todo los que había disponibles, porque la biblioteca era pequeña, empecé a escribir mis propias historias. Usaba el cuaderno del conservatorio, el de pentagramas y escribía allí. Un día terminé una historia y, muy digna, se la llevé a la bibliotecaria para que la pusiera en la estantería, porque pensaba que si yo la había disfrutado, otros también podían hacerlo.

Ahí empezó todo. Luego hice una segunda versión, que la subí a un blog en internet bajo el título Un caso misterioso. Era un blog en Blogger, y yo misma recortaba papelitos con la dirección del blog y los repartía por la calle. Tenía claro que quería compartir mis historias con el mundo. Desde pequeña me tiraba tanto la escritura como la parte de promoción, ¡también era la reina del marketing! (risas).

A la hora de escribir, ¿de dónde surgen tus ideas? ¿En qué te inspiras para crear historias que conectan tanto con tu público?

Las ideas me vienen de muchas partes, pero sobre todo de mirar hacia dentro. Para mí, escribir una novela implica mucha introspección. Reviso mis inseguridades, miedos, preguntas existenciales… Aunque muchas veces no son cosas que me pasen directamente a mí, sino a personas cercanas: amigas, familiares, situaciones que me hacen reflexionar.

Escribir es un ejercicio muy vulnerable. Creo que lo que más conecta con mis lectoras es que los personajes se sienten reales. ¿Quién no ha pensado alguna vez que hace demasiado ruido, que ocupa demasiado espacio, que sería mejor si pasara más desapercibida? ¿Quién no ha temido no tener una segunda oportunidad, como le pasa a Luka? ¿O ha tenido miedo a la muerte, como le ocurre a Naeve?

Muchas chicas se ven reflejadas en esos sentimientos, como la inseguridad con el cuerpo antes de ir a la piscina con amigas. Cuando una lectora ve que una protagonista atraviesa esos mismos conflictos, pero aun así encuentra su lugar en el mundo, eso transmite un mensaje muy poderoso: no estás sola, y no pasa nada por sentirse así.

¿Cómo es tu proceso de escritura? ¿Eres de las que improvisa o planificas mucho antes de ponerte a escribir?

Antes era mucho más impulsiva, escribía lo que me salía. Después del instituto me ponía a escribir por pura pasión, sin planificar demasiado. Pero ahora, con la experiencia y la profesionalización, me he vuelto más organizada.

Tengo un cuaderno que me acompaña a todas partes y también uso el móvil para anotar ideas. Cuando planifico una novela, uso pósits en la pared de mi habitación, organizados por colores: los románticos en rosa, los tristes en azul… Cada escena está bien definida porque mis capítulos son muy concretos, no salto de un día a otro sin más.

Y como hay tantas tramas y personajes, en mi última novela hay más de treinta, necesito una estructura clara. El lector lo ve todo fluido, como si ocurriera de forma natural, pero detrás hay mucho trabajo: decidir cuándo aparece cada personaje, en qué momento avanza cada subtrama… Soy muy perfeccionista con eso.

Tus novelas suelen empezar con escenas muy intensas, que atrapan desde la primera página. ¿Por qué eliges este tipo de inicios?

Me encanta enganchar desde el principio. En casi todas mis novelas los protagonistas se conocen en situaciones muy inusuales. Por ejemplo, en El arte de ser nosotros mismos, mi novela más conocida, se despiertan después de una fiesta, esposados, y sin recordar nada.

Esto viene mucho de mi experiencia en Wattpad. Allí hay muchísimo contenido gratuito, y si no captas la atención en el primer capítulo, el lector se va. Así que aprendí a escribir con ese ritmo ágil y adictivo. Me gusta que el lector diga “¡wow!” desde la primera página. Aunque luego haya momentos más pausados, me parece importante empezar fuerte.

Muchas jóvenes que leen en Wattpad se animan también a escribir. ¿Qué consejo les darías a quienes están empezando?

Les diría que escriban sin expectativas. A veces se ve a autoras que hemos publicado en papel y parece que fue fácil, como si todo hubiera pasado de la noche a la mañana. Pero no es así. Yo empecé en Wattpad en 2010, con solo 13 años. Estuve casi diez años escribiendo sin ser conocida.

Esto es como cuando surgieron los youtubers:,la gente solo ve el éxito, pero no los años previos de trabajo... El Rubius llevaba en Youtube mucho tiempo. Por eso insisto, lo importante es disfrutar del proceso, escribir porque te gusta, no por la fama o las firmas.

La parte más difícil y a la vez más mágica es cuando estás sola en tu habitación, ante una página en blanco, dándole forma a una historia que solo existe en tu cabeza. Si disfrutas de eso, entonces vas por buen camino.

"Desaparecí desde verano hasta diciembre, estuve muy centrada en escribir y apenas aparecía en redes. No hice firmas, ni eventos… y lo disfruté muchísimo"

Aunque empezaste en Wattpad, Nuestro lugar no se publicó allí.

Esta vez lo viví de forma distinta. Desaparecí desde verano hasta diciembre, estuve muy centrada en escribir y apenas aparecía en redes. No hice firmas, ni eventos… y lo disfruté muchísimo. Eché de menos a mis lectoras, claro, pero también redescubrí esa magia de escribir solo por el placer de hacerlo.

Me emociono mucho mientras escribo, lloro, río, me emociono con mis propios personajes. Hasta en alguna ocasión al terminar una escena he llamado a mi madre: “¡Mamá, no sabes lo que acabo de escribir!” y esa pasión, creo, se nota luego cuando el lector lee la historia.

Hay muchos prejuicios hacia Wattpad ¿Cómo lo vives tú?

Totalmente. Y no solo hacia Wattpad, también hacia la literatura juvenil... o más bien hacia cualquier cosa que consumen las chicas jóvenes. Te pongo un ejemplo, cuando yo era adolescente escuchaba a One Direction, y era como que no tenía calidad, igual pasó con Justin Bieber… Parece que si algo les gusta a las adolescentes, automáticamente se invalida su calidad.

Cuando alguien critica mis libros sin haberlos leído, no me molesta por mí, sino por quienes sí los leen. Estás asumiendo que mis lectoras no tienen criterio, cuando en realidad son un público súper difícil. Tienen mil opciones, y que te elijan a ti, que decidan gastar su paga en tu libro, es todo un honor.

Se nota en las firmas, vienen con tatuajes de frases de mis libros, con los ejemplares llenos de notas, subrayados, lloran, se emocionan… Es un público entregado y muy especial. Me siento muy afortunada.