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“Ahora van peor, ¿no?”, "¿el otro día no tardó mucho?", "vengo antes y da igual". Estas son algunas de las quejas que se escuchan una y otra vez en las paradas de Casetas, mientras los vecinos del barrio esperan al autobús número 603 con destino Zaragoza.

El conocido como "casetero" lleva tiempo generando indignación entre muchos vecinos debido a la mala frecuencia del mismo. Desde la Asociación de vecinos de Casetas, el presidente José Luis Almenara, asegura que "llevamos como tres meses así".

De este modo, Almenara afirma que las obras que hay en el siguiente pueblo a Casetas, Utebo, y las de Avenida Navarra, que provocan que los autobuses tengan que desviarse, "no tiene que ver", y por tanto, garantiza que "esto viene de atrás".

El presidente cuenta que hace años que se consiguieron firmas para que aumentase la frecuencia, pero que ahora la situación es tal que los vecinos se han vuelto a movilizar: "Han mandado emails, cartas, e incluso hay usuarios que están mandando escritos al Consistorio", señala.

Sin embargo, los más afectados ante esta situación son los trabajadores. En alguna ocasión, si el autobús va muy lleno, puede saltarse alguna parada: "Que tengas que estar pendiente si se va a saltar la parada o no... no puedes llamar siempre al trabajo", lamenta Almenara.

Eso es lo que le sucede a Aimar, una vecina de Casetas que tiene que coger todos los días el autobús para llegar a su trabajo. "Esto es una vergüenza, ya debo al trabajo más de media hora", asegura.
Esto se debe a que, según cuenta Aimar, hubo una semana que estuvo "tres días seguidos llegando tarde al trabajo". Y a pesar de salir antes de casa, asegura que aún así, llega con el tiempo justo: "Me lo calculo bien, pero si no viene a la hora..."-y continúa- "lo que no voy a hacer es salir una hora y media antes".

Pasajeros en el interior del autobús 603. E.E

En esta misma línea se pronuncia Carmen, también miembro de la Asociación de Vecinos: "Es una pasada, va como quiere. El que va a trabajar tiene un problema gordo porque vienen dos o tardan media hora. Uno va lleno uno, otro vacío y no cumplen el horario, y antes eso era sagrado", dice.
Aunque los vecinos reconocen que los mayores problemas se concentran en horas punta, insisten en que "siempre hay problemas con el autobús y no dan explicaciones".
En algunas ocasiones, incluso, cuando la desesperación se desata, una vez llega el autobús, las quejas se dirigen al propio conductor. "¿Pero esto qué es?", preguntan enfadados.

La otra cara

Por otro lado, el alcalde de Casetas, Jorge Eseverri, asegura que el problema de la línea 603 es causa de las obras: "No se puede hacer a la misma velocidad el tramo de Utebo debido a la modificación de los carriles con las nuevas rotondas", afirma.
También las obras de avenida Navarra "modifican los tiempos": "Entra por María Agustín y se traslada a avenida Soria y acaba en la rotonda de la Ciudadanía", explica.

Obras en Utebo. E.E

Por eso, según cuenta, esto provoca que "haya un bus retenido, otro salga antes o después, y hace que se pisen los unos a los otros".
Pero esa no es la única causa, Eseverri añade que hay un "incremento de usuarios" procedentes de otras líneas como las de Alagón, que terminan en Casetas y comparten servicio con el casetero.
Eseverri asegura que se ha estudiado la posibilidad de contratar "autobuses más largos", pero la ruta habitual del casetero tiene giros "complicados" como los de la calle Ramón y Cajal y calle Huesca. "No se podría llevar a cabo por el giro", afirma.
En cuanto a los autobuses "verdes" que circulan de manera puntual, aclara que "son una medida temporal porque los antiguos han dado problemas y se han dejado en los talleres los otros, pero no son definitivos sino circunstanciales", explica.
"Se está renovando todo y tienen que venir vehículos nuevos, los rojos de siempre. Cuando las obras terminen la frecuencia será mejor", afirma.
Desde el Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza (CTAZ) explican que se está trabajando en un modificado "para dotar a la línea de un autobús más y garantizar así el cumplimiento de las frecuencias".
No obstante, reconocen que el procedimiento "requiere tiempo", pero que la intención es "acelerarlo lo máximo posible para mejorar el servicio y que el refuerzo llegue entre diciembre y enero".