Dos han sido los plenos extraordinarios celebrados en Ayuntamiento de Zaragoza este lunes por la tarde. Ambos, cargados de tensión y reproches entre bancadas. Tan lejos ha llegado el asunto, que el primero de ellos -convocado de "urgencia" por el Partido Popular- ha acabado con la reprobación de la portavoz del PSOE, Lola Ranera.
Así lo han aprobado PP y Vox, con los votos en contra del Partido Socialista y Zaragoza en Común, en una moción que, además de reprobar a la edil, ha condenado "firmemente" el asesinato de Eugenia Mercedes -por el que el pleno ha guardado un minuto de silencio al inicio- y ha reafirmado el compromiso del Ayuntamiento contra la violencia hacia las mujeres.
El segundo pleno, convocado por el Partido Socialista, ha girado también sobre el debate de la violencia machista y su condena. Aunque también se han sumado otros temas como la defensa del aborto, la condena al Gobierno municipal por el retraso de la adhesión de Zaragoza al sistema Viogén, la eliminación de los Puntos Violeta, la reprobación de la concejal de Políticas Sociales, Marián Orós. No ha salido adelante ninguna de las mociones.
Eso sí, el tono alto se ha alcanzado ya al inicio de la sesión. Las palabras de Ranera como protagonistas principales de la función: "Han tenido que asesinar a Eugenia para que la alcaldesa avergonzada, escondida en su despacho, dé un paso adelante para poner en marcha el sistema Viogén", dijo la edil la semana pasada.
"Hay líneas rojas que no deberían pasarse nunca", ha asegurado Carmen Pascual, en representación de la asociación sociocultural Catalina de Aragón. Una primera intervención del público que ha instado a Ranera a "pedir perdón y a reflexionar sobre si puede seguir representando a la ciudad con dignidad".
Le ha seguido, Beatriz Luengo, en representación de la asociación Unión de Estudiantes, quien ha calificado las palabras de la edil socialista como "uno de los momentos más indecentes y ruines del mandato". Así ha reprochado al Partido Socialista que "se llene la boca de feminismo cuando le conviene, pero guarde silencio cuando no".
"Mentiras"
Y, tras estas intervenciones, ha comenzado el bronco debate. Ha caldeado ya el ambiente el portavoz del Partido Popular, Ángel Loren, quien directamente ha pedido la dimisión de Ranera por "mentir y tratar de obtener rédito político de una tragedia".
El socialista Gómez Gámez, por su parte, ha defendido a su portavoz asegurando que "en ningún momento se profirió ningún insulto o mentira". Así, se ha dirigido a la alcaldesa para exponerlo que "callar o evitar declaraciones institucionales no es neutralidad, es indedencia" y, asimismo, le ha preguntado: "¿Vale la pena todo esto por sacar adelante los presupuestos?".
El portavoz de Vox, Julio Calvo, ha acusado nuevamente a Ranera de "incurrir en injurias" contra la alcaldesa y contra su partido, al tiempo que la ha instado a dimitir. "Ha mentido al decir que el asesinato es culpa de la alcaldesa. Eso es una desvergüenza", ha sentenciado.
Peugeot, Sánchez y Franco
Mucho era lo que tenía que decir Calvo sobre este asunto, motivo por el cual se ha lanzado a un segundo turno en el que los temas han desvariado más allá de lo sucedido con Ranera y la violencia machista. Han salido mencionados 'la banda del Peugeot', Pedro Sánchez, ETA, las saunas... y hasta Franco.
Aunque sorpresa, poca. O por lo menos así ha sido para la portavoz de Zaragoza en Común, quien ha expresado que la bancada derecha "ha venido a hablar del presidente del Gobierno y no de violencia machista". Ha intentado, en vano, volver al punto de partida y eje principal del pleno, asegurando que para su partido "está por delante condenar un asesinato machista" y, por ello, ha secundado el primer punto de la moción.
No el resto, que ha decantado su decisión final a la hora de votar. "En la junta de portavoces se acordó votar los puntos por separado", han reclamado en vano desde la bancada izquierda, pues como ha mencionado Julio Calvo "es una moción del PP y ellos deciden cómo se vota". De forma conjunta, por cierto, y con los votos a favor de Vox.
