El frío ha llegado a Zaragoza. Ha tardado en hacerlo. La mitad del otoño ha sido más bien cálido en la capital de Aragón (para lo que normalmente suele ser) y, ello, ha sido todo un alivio para muchos. Aunque para aquellos que duermen en las calles, es toda una pesadilla.
El Área de Políticas Sociales del Ayuntamiento está ultimando el dispositivo especial para la temporada de frío, con el objetivo de dar respuesta a la emergencia social que, según reconocen, se ha intensificado en el último año debido a la crisis migratoria y de vivienda que afecta a todo el país.
Aunque se prevé que algunas de las personas sin hogar busquen climas más templados conforme bajen las temperaturas, el Ayuntamiento advierte de que la situación será "mucho más complicada" que en años anteriores en la capital aragonesa.
La ciudad sufre unos índices de sinhogarismo hasta ahora nunca vistos con un perfil que ha cambiado. En 2025, Cruz Roja ha atendido en Zaragoza a más de 600 personas sin hogar (un 30% más que en 2024).
Aproximadamente 160 personas duermen cada noche en la calle. El resto accede a diferentes recursos municipales, cuya capacidad está desbordada. Muchas de estas personas son ahora procedentes de países como Mali o Senegal, que han llegado a España en busca de un trabajo y otra vida.
Más de una treintena de ellos duermen en el parque Bruil. Se colocan justo en la zona que está frente al albergue municipal, todavía en obras. No será hasta finales de año, según fuentes municipales, cuando por fin abra sus puertas al completo. Pero el frío es un enemigo que no riebla y ante el que, desde el Ayuntamiento, están intentando hacer frente.
55 plazas más
La obra del nuevo Albergue Municipal supondrá una ampliación de 55 plazas (40 para hombres y 15 para mujeres). Hasta entonces, el dispositivo de emergencia de frío contará con 40 plazas adicionales en pabellones municipales habilitados para casos urgentes.
La capacidad actual es de aproximadamente 72 plazas. Para hombres son 60 habitaciones y 12 para mujeres. Además, cuenta con seis habitaciones individuales y cuatro módulos familiares para diferentes necesidades. Hay otras 16 plazas más en Casa Abierta, para personas con deterioro físico o de salud que requieren una atención especial.
Desde el Área de Políticas Sociales señalan que se están estudiando medidas complementarias, que se comunicarán cuando se concreten. Una de ellas, adelantada por la consejera Marian Orós, contempla la puesta a disposición de varios pisos destinados a jóvenes sin hogar, que serán acompañados en procesos de inserción por los trabajadores sociales municipales.
Un plan "caducado"
Sobre la situación de sin hogarismo habló este miércoles la portavoz del PSOE Zaragoza, Lola Ranera, quien recordó que, a día de hoy, el Gobierno de municipal tiene el Plan Integral de las Personas sin Hogar "caducado". "La propia consejera Marian Orós se comprometió a que durante este año íbamos a tener un diagnóstico, unas reuniones con las entidades sociales, con los vecinos. Pues faltan dos meses para terminar el año y ni está ni se le espera", ha recordado.
La edil, en respuesta al grupo socialista, aseguraba este miércoles que "las entidades están desbordadas, las demoras en la Oficina de Extranjería no paran de aumentar y el Gobierno de España sigue sin hacerse cargo ni de los solicitantes de asilo ni de los migrantes en situación irregular, que cada día son más y son responsabilidad suya.
Recalcó no obstante que el Ayuntamiento de Zaragoza "sí está realizando inversiones muy relevantes para atender esta emergencia social". En primer lugar, con la "histórica" reforma del Albergue Municipal, que ha supuesto una inversión de unos 5 millones de euros.
Por último, la consejera explicó que el nuevo Plan Integral para Personas sin Hogar todavía no se ha aprobado porque se ha tenido que modificar, ya que el perfil de personas sin hogar ha cambiado en pocos meses. "Ahora son prácticamente todos inmigrantes pendientes de ser alojados por entidades o irregulares. En su mayor parte, personas traídas por el mismo Gobierno de España, directa o indirectamente, que les deja en la calle y se lava las manos", concluía Orós.
La propia alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, se manifestó esta misma semana también sobre el problema migratorio en la ciudad y en todo el país. "Es inhumano lo que está haciendo el Gobierno de Sánchez y sus ministros al desentenderse del problema y cargar la responsabilidad sobre las administraciones locales", denunció la regidora.
Recalcó Chueca que los ayuntamientos "no tienen competencias suficientes" para hacer frente a la crisis migratoria. No obstante, señaló que desde el Ayuntamiento se han reforzado los servicios municipales para atender a las personas afectadas "ofreciendo desayunos en el albergue, intensificando la limpieza y aumentando la seguridad en el entorno". Como por ejemplo, los cerramientos en varios edificios de los alrededores del parque bruil a petición de los vecinos.
