Muchos fieles de la Virgen del Pilar seguro que recuerdan la primera vez que pasaron la Ofrenda de Flores para entregarle su cariño en forma de flores. Algunos han vivido la tradición desde pequeños inculcada por sus padres o familiares, mientras que otros la empezaron más adelante por decisión propia. De cualquier forma, esta pasión es inigualable para los que la disfrutan con fervor.
Cada edición pasan por el manto de la Virgen miles de personas, superando el récord de la anterior. Entre ellos, muchos lo hacen por primera vez, y muchos, en los brazos de sus padres.
Este es el caso de Lorién, un bebé de tres meses recién cumplidos que ha participado a primera hora de la mañana en la Ofrenda junto a sus padres, Leticia y Alejandro, en un día soleado que ha acompañado para hacerlo.
“Es un sentimiento muy bonito porque es algo que has vivido desde pequeño y quieres que ellos también, dentro de lo pequeño que son, lo vivan. Es una tradición, un momento de fiestas”, detalla la madre de Lorién.
Leticia lleva participando muchos años en este Día del Pilar, alrededor de una década, incluso, confiesa que le bautizaron de baturra.
Lorién no ha sido el único pequeño que ha “debutado” en este día tan importante para Zaragoza. Otra madre, con su pequeña en brazos, señalaba que ha pasado toda su vida la Ofrenda y quiere “inculcárselo” a su hija. “Siento mucha emoción, además tengo que agradecerle este año a la Virgen”, añadía desde la plaza del Pilar tras dejar sus claveles.
Por la tarde, otro matrimonio pasaba con su pequeño, de menos de 1 año y, con mucha ilusión, esperaban que fuera el comienzo de la tradición. Además, destacaban lo bien que se había portado.
Así pues, los bebés son siempre protagonistas en la Ofrenda y el desfile de oferentes cuenta con mucha presencia de carros e incluso algún que otro chupete.
Ya en 2024 los bebés fueron el centro de muchas miradas, pero uno tuvo un protagonismo especial: un niño de tres meses vestido con el traje de gala de Policía Nacional imitando al de su padre.
