Zaragoza
Publicada

El Ayuntamiento de Zaragoza ha iniciado esta semana la instalación de un nuevo sistema de balizas luminosas en los accesos del tranvía de la plaza San Francisco, un punto negro de la movilidad urbana tras los recientes accidentes registrados en la zona. El más grave tuvo lugar el pasado 20 de mayo, cuando un hombre de 58 años que circulaba en patinete fue atropellado por un convoy, sufriendo la amputación de una pierna y graves lesiones en la otra.

El debate sobre la seguridad en la plaza San Francisco ha estado en el centro de la agenda política en los últimos meses. En el último pleno antes del verano, desde Vox se insistió en la necesidad de eliminar el carril bici de la zona por su peligrosidad (ya que pasa por encima de las vías del tranvía). Para Zaragoza en Común lo más práctico, y así lo expuso su portavoz Elena Tomás, hubiera sido modificar el trazado y que este pasara por la calle Pedro Cerbuna, ya que en unos meses comenzarán las obras (que no contemplan carril bici).

Pero por el momento, desde el Ayuntamiento se ha optado por colocar estas iluminaciones que ya se han implantado en otros puntos de la ciudad (como en la avenida José Atarés, también a lo largo del trazado del tranvía). Una instalación que continuará en los próximos meses en otras zonas como avenida Valencia.

13 balizas alineadas

El nuevo dispositivo consiste en la instalación de 13 balizas rojas alineadas, en cada uno de los accesos de carril bici, que se activan al aproximarse los convoyes, sincronizadas con la señal triangular de peligro intermitente. Además, en la zona ya se han instalado los avisadores acústicos que informan de la llegada del tranvía. Con todas estas medidas, el objetivo es reforzar la visibilidad en la plaza y alertar de manera más clara tanto a peatones como a conductores.

A diferencia de las que se instalan en pasos peatonales, estas balizas están diseñadas para soportar el peso del tráfico rodado pesado, dado que se ubican en zonas de circulación de vehículos. Además, la visibilidad de estos aparatos es aproximadamente de 2 kilómetros de distancia, con lo que se busca reducir los accidentes entre peatones y conductores.

Durante esta semana se terminarán de instalar en las entradas del lado más cercano al campus San Francisco, y el resto se instalarán a lo largo de la que viene, previsiblemente.