Zaragoza
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La avenida Valencia de Zaragoza cambiará por completo su aspecto en los próximos meses. Al igual que otras muchas zonas de la capital, esta vía principal vivirá una reforma integral que incluirá, entre otras medidas, la instalación de balizas luminosas en los pasos de cebra para proteger a los peatones.

Estos aparatos cuentan con sensores que se encienden cuando se aproxima un vehículo, alertando a los peatones. Una iniciativa que busca reforzar la seguridad vial en una zona donde, precisamente, hace pocos días falleció un hombre de 77 años tras ser atropellado por un autobús urbano mientras cruzaba con el semáforo en rojo.

Estas balizas funcionarán de forma similar a las que ya existen en otras zonas de la ciudad, como en la avenida José Atarés o las que están colocadas a lo largo del trazado del Tranvía. Y no serán las únicas, porque el Ayuntamiento está preparando un contrato para poder instalarlas en avenida Madrid y Conde Aranda.

El plan también prevé la construcción de dos nuevos pasos de peatones -a la altura del número 24 y en el cruce con la calle Desiderio Escosura- para evitar cruces indebidos. Por su parte, el carril bici se trasladará al lado de los números impares de la calle, discurriendo a nivel de acera y separado tanto de los vehículos como de los peatones mediante el parterre vegetal y la línea de arbolado.

La reforma de la avenida

La reforma supondrá una inversión de 6,8 millones de euros y se ejecutará en un plazo estimado de 12 meses. Las obras, que están pendientes de tramitación administrativa, podrían comenzar a finales de 2025.

El proyecto afectará a toda la avenida, desde su cruce con la avenida Goya hasta la calle Corona de Aragón, y transformará cerca de 14.000 metros cuadrados de espacio urbano. La actuación contempla la creación de una nueva plaza arbolada con bancos y juegos infantiles en la confluencia de las calles Juan José Lorente y Fueros de Aragón, donde actualmente hay vehículos estacionados.

También se ampliará la intersección con la calle Tomás Bretón y se renovará por completo el parque infantil existente. La nueva configuración mantendrá los tres carriles actuales (dos de subida y uno de bajada reservado para el bus urbano), pero este último se prolongará hasta la avenida Goya, liberando espacio para la nueva plaza peatonal.

Además, las aceras serán más amplias, se eliminarán obstáculos como postes o vallados. Se plantarán 96 nuevos árboles y se crearán zonas de descanso con bancos a la sombra.