Zaragoza
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El Cabildo de Zaragoza quiere tener la joya más imponente de la ciudad lista para el 2040, cuando la capital de Aragón celebrará el aniversario de la venida de la Virgen. Y, qué mejor momento para poner a punto todo el programa pictórico que circunda la Santa Capilla de la Basílica del Pilar que ahora, cuando se están acometiendo la restauración de sus torres, así como la reparación de la cúpula Regina Patriarcharum y la capilla de San Joaquín.

Este conjunto, tal y como han detallado el portavoz del Cabildo, José Antonio Calvo, es uno de los complejos pictóricos "más importantes de España en el siglo XVIII". Y, dada su importancia desde la Iglesia tienen claro que "necesita ponerse en valor".

Ahora bien, no es una tarea fácil teniendo en cuenta la cuantía económica que supone tal restauración. El conjunto cuenta con ocho capillas pequeñas, cuya reparación supone "un millón de euros cada una", y una grande, que alcanza "los seis millones". Es decir, la obra se elevaría a los 14 millones de euros.

Actualmente, las reparaciones que se están acometiendo en la basílica se han podido realizar "gracias a las donaciones de los fieles", que ascienden hasta los 2,5 millones de euros. Una ofrenda que "no será suficiente para acometer el plan Pilar 2040".

No obstante, el Cabildo ha asegurado que se está trabajando con las Instituciones, tanto públicas como privadas, para acometer la obra. Aunque, de momento, "no se ha materializado nada", señala Calvo.

Plan Pilar 2040

Este gran proyecto a largo plazo incluirá diferentes líneas de actuación centradas en la conservación del templo. Según explicó el pasado mes de enero (cuando empezaron las obras) el portavoz del Cabildo, se ha contemplado crear un plan director para avanzar "no solo en la restauración del edificio", sino en su conservación.

Así, la restauración de las torres ha sido el primer paso. El siguiente punto de intervención será la cúpula central, que cuenta con más de 150 años y "probablemente no haya tenido ninguna intervención de envergadura", señaló Calvo.

La figura de referencia será el arquitecto Javier Ibargüen, al frente del proyecto que blindará las cuatro torres los próximos 75 años y las protegerá contra las palomas apostando por unas mallas metálicas que ya usan monumentos como La Giralda de Sevilla.
Esta misma mañana, Ibargüen ha anunciado que ya hay avances significativos en ambas torres situadas en la plaza del Pilar, así como en el interior del templo donde se están reparando también la cúpula Regina Patriarcharum y la capilla de San Joaquín.
“La torre de Nuestra Señora del Pilar está prácticamente terminada en su parte exterior”, ha señalado Ibargüen. Asimismo ha detallado que el transcurso de los trabajos, que han incluido el recubrimiento con chapa de plomo de todas las cornisas y el tratamiento de los elementos superiores del chapitel, fabricado en cobre. Actualmente, las tareas pendientes se centran en el interior de la estructura.

En cuanto a la torre de Santiago, cuya restauración comenzó más tarde, el arquitecto ha explicado que presenta una problemática distinta, especialmente en sus cornisas, que tienen "revestimientos superficiales de revoco". Esto permitirá evitar intervenciones profundas en la piedra, a diferencia de lo ocurrido en la torre de Nuestra Señora del Pilar, "donde la piedra se encontraba muy deteriorada debido a que no fue tratada adecuadamente tras la intervención de 2007".

No obstante, Ibargüen ha advertido que es probable que esta segunda torre no esté completamente lista para las fiestas del Pilar, aunque sí a lo largo del año.