No es un barrio exclusivo ni está aislado del pulso de la ciudad, pero la calidad de vida que ofrece es difícil de igualar. En Zaragoza, donde el ritmo urbano no da tregua, encontrar un rincón que combine tranquilidad, servicios y conexión con la naturaleza es un privilegio.
Quienes han elegido vivir aquí saben que hay un antes y un después. La sensación de seguridad, el sosiego de sus calles y la comodidad de tenerlo todo a mano convierten a la Romareda en un lugar único. Sin necesidad de alejarse del corazón de la ciudad, sus residentes disfrutan de un entorno donde la prisa no dicta el día a día y donde la calidad de vida es una prioridad.
"Equilibrio perfecto"
Antonio Calvo, agente inmobiliario y administrador de fincas, lo tiene claro: "Si hay un lugar idóneo para vivir en la ciudad, es la zona de Romareda". Además, asegura que "tanto la parte antigua del barrio, como el área de Aragonía y el entorno universitario ofrecen un equilibrio perfecto entre comodidad, servicios y calidad de vida".
Lo que hace especial a esta zona, según Calvo, no es solo su ubicación estratégica, sino la vida que en ella se respira. "Aquí se encuentra de todo: comercios, supermercados, los dos hospitales más grandes de Aragón, la Universidad...", enumera.
Para las familias, la oferta educativa es inmejorable: colegios públicos y privados, institutos de referencia y un ambiente seguro que invita a "echar raíces".
Pero no todo son servicios y pragmatismo. También es un barrio que enamora por su entorno. "A un paso está el parque José Antonio Labordeta, el pulmón verde de la ciudad. Además, la parte de Aragonía destaca por sus amplias zonas verdes, mientras que en la zona cercana al estadio de fútbol predominan las calles anchas, adornadas con árboles y jardines que aportan frescura y bienestar", describe Calvo.
Como era de esperar, este conjunto de ventajas ha convertido al entorno de la Romareda en una de las zonas más codiciadas de Zaragoza. "Recientemente, las estadísticas han confirmado lo que ya intuíamos: después del centro histórico, el metro cuadrado más caro de la ciudad se encuentra en el Polígono de Universidad", explica.
Alta demanda
La razón es sencilla: la altísima demanda. "Tanto funcionarios como médicos, enfermeras, profesores universitarios y empleados del ayuntamiento buscan vivienda aquí para estar cerca de su trabajo. Y donde hay demanda, los precios suben", sentencia Calvo.
Sin embargo, para quienes buscan una alternativa con características similares, Calvo señala otro barrio en alza: el Actur. "Especialmente en el entorno de Gran Casa, encontramos una zona tranquila, con amplios espacios verdes y un ambiente acogedor. No cuenta con la misma oferta en Sanidad y Educación que Romareda, pero sigue siendo un lugar excelente para establecerse", afirma.