El Ayuntamiento de Huesca, de la popular Lorena Orduna, pretende eliminar el Impuesto de Plusvalía para el próximo 2026. Se trata de un impuesto que grava el aumento del valor del suelo urbano cuando se vende una vivienda, local o terreno, ya sea por venta, herencia o donación. Se aplica exclusivamente a los bienes con terreno urbano vinculado, no a las construcciones en sí.
Esta es una de las principales novedades recogidas en el proyecto de Ordenanzas Fiscales del próximo año, que deberá ser avalada por, al menos, un concejal de la oposición para conseguir la mayoría.
El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Huesca, Ricardo Oliván, sostiene que la eliminación de este impuesto es una reivindicación de los vecinos, que “no entienden por qué tienen que pagarlo”. “Nos hemos hecho eco de ese sentimiento de la ciudadanía y va en línea de reducir la carga fiscal de los ciudadanos de Huesca”, ha expuesto.
Otro punto destacado es la congelación de las tarifas del estacionamiento en zona azul con respecto a los precios de 2025. Señalaba Oliván que, a raíz de los compromisos por contrato con la empresa adjudicataria, “aumentar las plazas compensa la necesidad de aumentar el precio de dichas plazas”.
También se congelan numerosas tasas que tienen que ver con actividades económicas, a su vez rebajadas en años anteriores hasta alcanzar aproximadamente un 7%, como veladores u ocupación de vía pública.
Sí se ha incrementado, “por imperativo legal”, en un 2,7% la tasa de basuras. No obstante, con este 2,7%, apunta Oliván, “entendemos que cumplimos ya el compromiso legal de equiparar la tasa al coste de servicio”. De la misma forma afecta a la tasa de suministro de agua, que aumenta en un 5%, para equiparar la tasa al coste de servicio.
Para el Ayuntamiento, estas medidas contribuyen a “rebajar la carga fiscal a los ciudadanos de Huesca”, y “cumplen la ley” en las tasas de basuras y agua.
