Los embalses del Ebro despedirán el 2025 a un 57% de su capacidad después de un otoño y un comienzo del invierno secos para las cuencas de los ríos navarros y pirenaicos aragoneses. Pese a que la primera mitad del año dejó las grandes balsas prácticamente al completo, los últimos meses han dejado lluvias por debajo de la media de los últimos años, lo que ha complicado la situación en algunas zonas.
En total, el agua almacenada a fin de año es de 4.481 hectómetros cúbicos, el 57,4% de la capacidad, si bien a estas alturas de 2024 se encontraba a un sobresaliente 75,6%. Además, la media de los últimos cinco años también es superior, de un 63,4%, lo que es una muestra más real de la situación de cara a los próximos meses.
De hecho, el informe mensual de sequía y escasez de noviembre muestra tres unidades territoriales en situación de sequía prolongada: las del río Aragón, el Gállego-Cinca y el Guadalope.
En la cuenca del río Aragón, entre Navarra y Aragón, con el embalse de Yesa como referente, éste registra unas reservas de 129 hectómetros cúbicos, encontrándose al 29% de llenado, cuando la media de los últimos cinco años para esta fecha es registrar 291 (más del 50%), lo que lo sitúa un 35% por debajo de las reservas habituales para esta época o de un año medio.
En la cuenca del río Gállego, el embalse de La Sotonera se encuentra al 38,4% de llenado, con 72,7 hectómetros cúbicos, cuando la media de los últimos años es estar al 70% con 134. Bubal, con 15 hectómetros, está al 24%, mientras que un año medio se encontraría al 60%. Lanuza está al 44% con 7,3 hectómetros cúbicos, como un año medio.
En la cuenca del Cinca, a la sequía meteorológica se ha sumado el trabajo realizado en el desagüe de fondo de El Grado, lo que ha obligado a mantener la presa a un determinado volumen. Mediano registra 320 hectómetros cúbicos (73% de llenado), siendo que la media es encontrarse con 229 (50%). El Grado contiene ahora 168 hectómetros, encontrándose al 42%, siendo la media de los últimos cinco años estar con 364 y al 80%.
Los embalses cercanos a Cataluña, en buena situación
En la parte más oriental de la cuenca del Ebro aragonesa, que comparte con Cataluña, la situación es mejor. No existe, a día de hoy, sequía meteorológica, gracias a las lluvias torrenciales de los últimos meses y los embalses del Noguera Ribagorzana están en buena situación.
Canelles está al 66% con 447 hectómetros, siendo la media de los últimos cinco años de 334 (50%). Mientras, el embalse de Santa Ana registra 194 hectómetros, encontrándose al 82%, y siendo la media de los últimos 5 años de 142 (60%).
En el bajo Ebro, el embalse de Mequinenza, que es el embalse más grande de la cuenca, está al 41,7% de llenado, con 572 hectómetros, cuando la media de los últimos 5 años es estar con 1.034, al 70%. Según explican fuentes de la CHE, esto se debe a que todavía no ha llovido lo suficiente en zonas como Burgos, La Rioja o Navarra y estas aportaciones no han llegado al Ebro.
La margen derecha
En la margen derecha aragonesa de la cuenca, las subcuencas de los ríos Jalón, Huerva, Aguasvivas, Martín y Matarraña se encuentran en buena situación, y sus embalses de referencia tienen una situación de llenado media.
Sin embargo, la unidad territorial del río Guadalope también muestra sequía meteorológica en los indicadores de noviembre, aunque las reservas embalsadas se mantienen y en todas estas unidades territoriales la situación en cuanto a “escasez” o “no escasez” es de normalidad.
