Zaragoza
Publicada

La victoria de María Guardiola en Extremadura deja importantes lecciones para Aragón, la próxima comunidad que irá a las urnas dentro del vertiginoso ciclo electoral diseñado por el PP de Alberto Núñez Feijóo para desgastar a Pedro Sánchez.

El 21-D ha permitido poner a prueba teorías y suposiciones que, hasta ahora, solo soportaban las encuestas.

El propio presidente popular avisaba este lunes de que el efecto dominó "no va a parar", aunque la agridulce victoria en tierras extremeñas, lejos del diputado número 33 que rozaban según los sondeos, obligará a los conservadores a exprimir la campaña para evitar que las elecciones 'en cascada' se vuelvan en su contra.

La primera gran lección es que el crecimiento de Vox es real. La última encuesta de EL ESPAÑOL daba a los de Abascal entre 8 y 9 diputados en Extremadura, quedándose corta respecto a los 11 que han terminado consiguiendo.

En Aragón, el último sondeo de SocioMétrica también apuntaba a 11 escaños frente a los 7 actuales, un crecimiento que conseguían absorbiendo votos de prácticamente todos los partidos.

La duda era si los jóvenes, grandes responsables del crecimiento de la formación, irían o no a votar llegado el 'Día D', y la respuesta ha sido un rotundo 'sí' pese a los altos niveles de abstención.

El 21-D ha probado que no era Vox el partido que estaba sobrerrepresentado en las encuestas, sino que han sido los grupos mayoritarios los que se han visto superados por las expectativas.

Para que Jorge Azcón gobierne sin Vox, el PP tendría que llegar a los 31 diputados y garantizarse que Aragón-Teruel Existe no cae de los 3. Si unos u otros no alcanzasen estas cotas, las más altas de sus horquillas, la estabilidad que persigue el barón popular podría peligrar. Y si los números no dan, podría volver a depender de los de Alejandro Nolasco, que previsiblemente saldrán reforzados de las urnas.

Es decir, podría darse un escenario muy similar al de Extremadura.

No obstante, el propio resultado en esta comunidad (y lo que suceda en estas semanas hasta el 8 de febrero) podría provocar el efecto contrario y hacer que el PP se viera favorecido por el voto útil.

El PSOE se jactaba ayer de que el resultado de PP y Vox demuestra que Sánchez sigue vivo y que el socialismo actúa como dique de contención. Sin embargo, el 'miedo a la ultraderecha' no ha tenido el efecto de hace 2 años, cuando los pactos autonómicos entre PP y Vox permitieron a Pedro Sánchez seguir en La Moncloa a costa de un pacto que se ha demostrado imposible.

Esta vez, la izquierda no ha conseguido movilizar a su electorado y eso ha permitido confirmar la segunda gran teoría: que esta sucesión de elecciones estará marcada por la baja participación.

En Extremadura cayó 7 puntos respecto a 2023 hasta situarse en el 62,7%, un descenso que podría perjudicar especialmente a partidos minoritarios como el PAR, que tienen su músculo en el territorio y son más fuertes cuando coinciden autonómicas y municipales.

La tercera gran enseñanza del 21-D es que los mayores porcentajes de crecimiento han ido a parar a los extremos: a Unidas por Extremadura y Vox. El PP no ha sabido capitalizar el hartazgo por los casos de corrupción y acoso que rodean al Ejecutivo de Pedro Sánchez y ha perdido gran parte de esos votos. Prueba de ello es que Guardiola solo creció un escaño, pasando de 28 a unos insuficientes 29 diputados.

La consecuencia es un Vox más fuerte que, según ha dejado claro en las últimas horas, no va a regalar su abstención. Esto hará que Feijóo y Abascal tengan que entenderse sí o sí para desbloquear la legislatura. Lo contrario sería una incierta repetición electoral que sumiría a la Comunidad en la parálisis.

'Vox' como marca

Los de Abascal no han necesitado, ni siquiera, un gran candidato. La marca 'Vox' y la presencia de Santiago Abascal en los carteles parece haber sido suficiente, lo que lleva a pensar en un crecimiento que va más allá de los nombres. O lo que es lo mismo, de si Alejandro Nolasco es o no el candidato en Aragón.

El bloqueo al que alude constantemente el PP por la falta de presupuestos tampoco parece haberles hecho mella, algo muy a tener en cuenta, ya que ese también es uno de los grandes argumentos de Jorge Azcón dado el momento "excepcional" que vive la Comunidad tras atraer 70.000 millones de euros de inversión en los últimos dos años y medio.

Ha de tenerse en cuenta que los 10 diputados que ha perdido el PSOE no se han quedado en la izquierda, sino que han virado incluso a Vox a modo de 'castigo' por la falta de soluciones en políticas clave como la vivienda o el empleo.

En Aragón son ocho y no cuatro los partidos con representación en las Cortes, lo que podría hacer que los cambios no fueran tan radicales, aunque la polarización existente no augura grandes diferencias.

Otra cosa es lo que pase con el equilibrio de fuerzas. En Extremadura, la derecha ha concentrado el 60% de los votos, 13 puntos más que los pasados comicios. Sin embargo, nada de esto servirá si PP y Vox no terminan entendiéndose.

Las claves de la campaña

El propio Jorge Azcón insistía ayer en que durante la campaña se hablará de Aragón, pero el ruido de los casos de corrupción y los escándalos que rodean al PSOE amenazan con eclipsar, una vez más, todo lo demás.

Esto podría llevar a Pilar Alegría, la primera ministra en recibir el 'golpe' electoral, a un resultado similar al del ya dimitido Miguel Ángel Gallardo. La debacle de los socialistas ha sido histórica en Extremadura, donde habían ganado 10 de las 11 elecciones autonómicas, 7 de ellas con mayoría absoluta.

Este 21-D ha confirmado también que Podemos e IU suman yendo juntos. La mala experiencia del 'Unidos Podemos' de Pablo Iglesias, que se quedó en un bluf tras semanas soñando con el sorpasso al PSOE, hacía que existiesen dudas, pero los 7 diputados parecen haber marcado el camino a las comunidades que irán a elecciones este 2026 y cargado de motivos a los líderes de ambos partidos.

No parece que en Aragón vaya a haber una gran coalición que integre a Sumar y CHA, pero Ricard Mitjana y Marta Abengochea, máximos representantes de Podemos e IU en la Comunidad, sí parecen estar dispuestos a explorar esta vía.

Las dudas tendrán que resolverse forzosamente en cuestión de horas, ya que este viernes 26 terminará el plazo para presentar coaliciones al 8-F.