Zaragoza
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Puede parecer que el mundo de la moda es frío y distante. El glamour mira por encima del hombro y los presumidos se apartan el pelo de la cara con un giro altivo de cabeza. Nada más lejos de la realidad que se respira en Alejandro Moda.

La marca aragonesa cumple este 50 años vistiendo a los hombres de los pies a la cabeza. Y más que 'algo superficial', este cometido requiere de visión e ilusión, dos componentes que conjugan de maravilla en el fundador de la empresa Alejandro Martínez.

A sus bien llevados 79 años, Alejandro nos recibe en la puerta con una gran sonrisa en los labios y en los ojos. "Me acaba de pasar una cosa que me ha emocionado", dice sin rodeos.

Venía en taxi a la tienda porque iba cargado de cosas; al ir a pagar el viaje, el conductor le ha reconocido y no le ha querido cobrar: "Los 6 euros los suma usted a la beca de investigación que van a dar". Alejandro Moda acaba de entregar 50.000 euros a Alberto J. Schuhmacher para investigar el cáncer de próstata.

"No ha habido manera de pagarle, y me ha conmovido muchísimo su gesto. Hay muy buenas personas por ahí", reflexiona el empresario.

Entrega de la beca a Alberto J. Schuhmacher. E.E.

Hay empresas que nacen de un plan y otras que nacen de una forma de ser. Alejandro Moda pertenece, sin duda, a este segundo grupo.

La firma aragonesa fundada por Alejandro Martínez cumple 50 años y lo hace convertida en un referente nacional de la moda masculina, pero, sobre todo, en un ejemplo de cómo el trabajo, la cercanía y los valores pueden sostener un proyecto durante toda una vida.

“Yo no he trabajado nunca: mi trabajo ha sido siempre mi hobby”, dice Alejandro con una sonrisa. Esa frase resume cinco décadas de historia empresarial.

El inicio de una aventura

La pasión por la moda le llegó muy pronto. “Cuando era crío ya era muy presumido”, recuerda Alejandro. Creció en Grañén, y la ropa que heredaba de su primo José, desde Barcelona, despertó en él el gusto por vestir bien.

Antes de la moda hubo muchos caminos. Estudió mecánica ajustadora, vendió libros puerta a puerta, productos de peluquería y se formó como comercial durante más de una década. “Ahí me enseñaron a vender, pero también a ser persona. Fueron mis segundos padres”, cuenta.

Sus padres, humildes, le transmitieron algo que ha sido el verdadero cimiento del negocio: “Éramos pobres, pero los valores que me enseñaron no los cambio por todo el dinero del mundo”.

La historia de Alejandro Moda no se entiende sin Pilar, su mujer. “Queríamos abrir un negocio, y aunque tenía dudas, la ropa era lo que más me gustaba”, explica.

Un desfile de Alejandro Moda.

Así, el 2 de septiembre de 1975, abrieron su primera tienda en el Pasaje Goya de Zaragoza. No fue fácil. Vendió un piso, pidió préstamos y necesitó avales familiares.

“Firmaron mis padres, un primo y un amigo… y hasta tuve que hacerme un seguro de vida”, recuerda. Pero la adversidad nunca fue un freno. “A mí la adversidad nunca me ha podido. Me pueden las ganas, el tesón y la ilusión”, comenta con firmeza.

Cuando llegó el momento de especializarse, Alejandro lo tuvo claro: la moda masculina. Aunque fueron las mujeres quienes impulsaron el negocio desde el primer día.

La mujer ha sido la mayor impulsora de este negocio. Ha traído a padres, novios, hermanos… a toda la familia”, afirma con gratitud. Y esa apuesta funcionó. Incluso cuando decidió abrir en calles que otros consideraban “malas”. “Me decían: ‘Aquí no pasa nadie’. Y yo respondía: ‘La gente la traeré yo’”. Y la trajo.

Prestigio antes que dinero

En 50 años ha habido de todo, pero Alejandro nunca ha dejado de avanzar. “Siempre he sacado lo bueno de lo malo”, dice. Y lo ha hecho con una idea muy clara: “El dinero no importa mucho. Yo he luchado por el prestigio, porque si tienes prestigio, tienes casi todo”.

La comunicación y la publicidad fueron claves cuando casi nadie apostaba por ellas. “No estoy gastando, estoy invirtiendo”, repetía entonces. Hoy, esa visión se demuestra acertada.

Alejandro Martínez, empresario aragonés.

Durante décadas, Alejandro recorrió el mundo en busca de tendencias. Italia, Francia, Alemania, Suiza, Estados Unidos… “Viajaba muchas veces al año para ver, aprender y anticiparme”.

Recuerda especialmente su primer viaje a Nueva York. “Vi cosas que aquí no existían y supe que llegarían uno o dos años después”. Las trajo antes: “Económicamente no sé si gané o perdí, pero en imagen gané muchísimo”.

Para él, comprar bien es lo más difícil del negocio. “Compras con ocho o nueve meses de antelación y tienes que imaginar colores, formas y tendencias que se van a llevar”. Visión, intuición y riesgo a partes iguales en este sector.

Vestir a quienes inspiran

El deporte ha sido otra gran pasión. “El deporte enseña valores y aparta a los jóvenes de malas compañías”, defiende, y propone que esta materia “se amplíe en los colegios”.

Alejandro Moda ha vestido durante décadas a equipos y deportistas emblemáticos: Real Zaragoza, el antiguo CAI, Casademont, Huesca, Balonmano Zaragoza, ciclistas y atletas.

Alejandro Moda viste al Real Zaragoza. Cedida.

“Ahora hay influencers; antes, los deportistas ya lo eran”, explica. Recuerda con cariño anécdotas de vestuario, desfiles improvisados y aplausos entre compañeros.

Algunos retos han sido memorables, como vestir a jugadores de más de dos metros. “Hemos vestido a jugadores de 2,17… y ahora a uno de 2,24 metros”, dice orgulloso. “No sé si hay muchas tiendas en España capaces de hacerlo”, sospecha divertido.

Si algo define a Alejandro Moda es su forma de entender la atención al cliente. “La ropa la venden muchos, pero el cariño no”, asegura.

Su única exigencia al equipo: tratar al cliente como a un amigo. “Una sonrisa no cuesta dinero. Y hay que despedir al cliente en la puerta, como haces con un amigo en tu casa”, sentencia.

Apoyar a los que lo necesitan

La solidaridad ha sido una constante silenciosa. Ayuda en catástrofes, apoyo a colectivos desfavorecidos y, ahora, la Beca de Investigación Alejandro Moda en cáncer de próstata. “Queríamos devolver a la sociedad parte de lo que nos ha dado”, explica. La beca no es solo económica, también es una campaña de concienciación. “Hablar salva vidas. Prevenir salva vidas”.

Con Valencia la empresa aragonesa también se volcó. "Como ropa no podíamos mandar, que nos venía de maravilla porque de eso tenemos, pues buscamos otra manera de ayudar, y pudimos aportar 400 pares de botas", relata.

Viajes, solidaridad, crecimiento... Alejandro pudo irse a Madrid u a otros mercados, pero eligió quedarse: “Prefiero invertir en mi tierra. Aragón se merece una tienda como esta”, afirma.

Aquí abrió una de las tiendas más emblemáticas de España y aquí quiere seguir. “Yo aquí me siento en el cielo”, dice. Y quizá por eso, 50 años después, Alejandro Moda viste hombres (da igual su altura), pero sobre todo abriga corazones.