El Gobierno de Aragón ha recaudado más de 2,6 millones de euros en el último año a través de las sanciones y los recargos a los morosos del Impuesto Medioambiental sobre las Aguas Residuales (IMAR).
El Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA), al que sustituye, tuvo hace unos años una gran contestación en Zaragoza capital, con cientos de recursos y miles de impagos que hicieron que el Ejecutivo, entonces liderado por Javier Lambán, dejara de recaudar importantes sumas de dinero.
Ese malestar ciudadano por lo que se consideraba una "doble imposición" hizo que incluso concejales del Ayuntamiento, capitaneado en ese momento por Zaragoza en Común (ZEC), se comiesen su recibo como protesta.
Ese descontento parece haber ido a menos con el paso de los años, pero las sumas que se recaudan a través de las penalizaciones que se imponen a quienes no pagan a tiempo siguen siendo cuantiosas.
Así, al menos, se desprende del último informe de rendición de cuentas del Instituto Aragonés del Agua (IAA). En él se dice que 2024 cerró con unos derechos reconocidos de 65,4 millones de euros por la recaudación del IMAR y de 1,3 millones por el Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas.
A estas cantidades hay que sumar 2,5 millones de euros por recargos de apremio, vía a la que se recurre cuando un contribuyente no paga el tributo en tiempo y forma. El Ejecutivo también ingresó 74.768 euros por intereses de demora y otros 2.150 por sanciones tributarias.
La cifra es significativamente mayor a la de 2023. Entonces se 'recuperó' algo más de un millón de euros con los recargos de apremio y 41.801 a través de los intereses de demora, según el propio Instituto.
La importancia del IMAR
La recaudación del IMAR tiene una importancia capital en Aragón, ya que sirve para costear los gastos en materia de depuración.
El pico de ingresos se alcanzó en 2021 con 84 millones de euros. Desde entonces, la cifra ha ido a la baja, con 77 millones en 2022, 70 en 2023 y los citados 66 el pasado 2024.
En las últimas semanas, este impuesto ha sido noticia por un error en la validación de los ficheros que hizo que se cobrase por duplicado a 65.372 contribuyentes, una desagradable sorpresa que terminó viéndose reflejada en sus cuentas corrientes el pasado 14 de noviembre.
No obstante, el fallo pudo detectarse pronto y ese mismo día se comenzó a trabajar para subsanarlo.
Según datos de la Consejería de Turismo y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, hasta un 97,7% de los cobros de más -63.829- se corrigieron a través de los trámites que hizo el propio Ejecutivo autonómico aquel viernes 14, mientras que el 2,3% restante o bien fueron devueltos por los afectados o pertenecían a otras entidades bancarias, lo que dilató unos días los plazos.
Últimos días para pagar
Los vecinos de Zaragoza capital que todavía no hayan abonado el último recibo todavía tienen unos días para hacerlo antes de enfrentarse a las sanciones.
El plazo terminará el próximo 17 de diciembre, en poco más de dos semanas. Las deudas domiciliadas se cargarán automáticamente en la cuenta bancaria durante el período voluntario de pago, mientras que quienes no las tengan deberán acercarse hasta su banco o a las oficinas del Instituto Aragonés del Agua.
Los que se nieguen a hacerlo se enfrentarán a importantes recargos, que pueden llegar al 20% del importe del recibo, más los intereses de demora en los casos más extremos.
A la llamada Zona 1 de Zaragoza -que va desde la margen izquierda al Casco y La Almozara- se le reclamarán los consumos de enero a diciembre de 2024, mientras que la Zona 2 -Las Fuentes, San José, Torrero y La Paz- tendrá que responder por los de noviembre de 2023 a octubre de 2024.
Por su parte, en la Zona 3 -Las Delicias, Oliver, Universidad, Centro, Casablanca y los barrios del sur- los cargos se centrarán en el periodo comprendido entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024.
Por el momento, el impuesto se sigue cobrando sin las prometidas bonificaciones a las familias numerosas, penalizadas por el principio de 'quien contamina, paga'. Para que este cambio, anunciado en 2024, salga adelante se necesitaría un nuevo presupuesto, algo poco probable vista la negativa de Vox a negociar las cuentas de 2026.
