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El Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, vuelve a transformarse este lunes en una plaza de toros por los premios Nicanor Villalta, nacidos a raíz de la polémica supresión del Premio Nacional de Tauromaquia por decisión del ministro Ernest Urtasun.

La Sala de la Corona, uno de los espacios más icónicos de la 'casa de todos los aragoneses', luce ya como un gigantesco ruedo para reconocer las mejores faenas del año en Zaragoza, Huesca y Teruel.

La previsión es que esté llena, con 250 personas confirmadas y dos gigantescas enseñas nacionales presidiendo el evento hechas a partir de la gran bandera de Aragón que se puso en la fachada del Pignatelli por el día de San Jorge.

Aragón fue una de las primeras comunidades en anunciar un premio propio tras la cancelación del Nacional por parte del ministro Urtasun. Lo hizo en menos de 24 horas, una decisión que le costó al PP, que entonces gobernaba con Vox, duras críticas por parte de la izquierda.

Ya el pasado 2024, el Ejecutivo de Jorge Azcón colocó una llamativa moqueta emulando un albero y dio inicio a la gala con clarín y timbal. Las referencias no quedaron ahí, ya que hasta los invitados se dividieron por tendidos. "Los toros son arte, tradición y cultura", defendía el propio líder conservador en un vídeo horas antes de entregar aquellos primeros galardones.

Este año, el Ejecutivo reconoce a los diestros Tomás Rufo y Daniel Luque, además de conceder el galardón ex aequo a los toreros aragoneses Aarón Palacio y Cristiano Torres.

Tomás Rufo, dicen desde la DGA, ha sido merecedor por segundo año consecutivo de este premio por su actuación ante el sexto toro de la tarde del 13 de agosto en la Feria de la Albahaca.

Con relación a la Feria del Pilar, el jurado ha premiado la faena de Daniel Luque al quinto toro del 11 de octubre, un ejemplar “exigente” ante el que ofreció una lidia de “profunda madurez, temple y entrega”.

Y también ha concedido ex aequo el premio a la nueva generación de grandes toreros aragoneses, personalizada en Aarón Palacio y Cristiano Torres por sus “recientes y exitosas alternativas” y por “su contribución al fomento de la tauromaquia de nuestra Comunidad”. “Ambos han encendido la ilusión de la afición y devuelto a los ruedos el entusiasmo del público joven”, ha valorado el jurado.

Peores noticias hay en la provincia de Teruel, donde se ha declarado desierto el premio correspondiente a la mejor faena de la temporada taurina al considerar que “ninguna actuación alcanzó el nivel de singularidad, inspiración y perfección que este premio exige".