Zaragoza
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La edad es solo un número, si no que se lo digan a Milagros Bernal que con 79 años vivió una segunda graduación este pasado curso cuando le entregaron su beca como egresada en Derecho. Tan solo le queda el Trabajo Fin de Grado que ya se encuentra preparando después de cinco años desde su primer día en la Facultad de Derecho.

No es habitual ver a personas mayores entre las aulas de la Universidad de Zaragoza. Sin embargo, son un número elevado. Tan solo en este último curso, 40 personas mayores de 65 años se encuentran cursando un grado que oferta el campus público.

Entre ellos, Milagros, que lleva "toda una vida" vinculada a Unizar ya que fue profesora de Medicina e investigadora hasta que se jubiló con 70 años.

"Nunca he dejado de estudiar. Aunque me fui de la universidad porque me tocaba ya por jubilación, nunca dejé de estudiar. En casa seguía estudiando", cuenta a EL ESPAÑOL DE ARAGÓN frente a la fachada de su actual facultad.

Con una larga trayectoria de 40 años de carrera como médica de Prevención y Salud Pública en el Hospital Clínico Lozano Blesa en Zaragoza, esta mujer no hay quien le pare porque tenía claro que no quería estar parada: "No me gusta estar sin hacer nada, de verdad. No me iba a quedar todo el día en casa tumbada con la bata", dice risueña esta mujer.

Milagros Bernal durante su graduación de Derecho E. E.

Así fue como con 75 años quiso volver a internarse en el mundo académico. Una intención que le chocó a su familia, quienes le preguntaron qué buscaba con ello: "Yo solo quiero aprender y, sobre todo, hablar con criterio cuando hablo", reitera.

Aunque, como bien reconoce, Derecho no fue su primera opción ya que con una carrera tan consagrada en Medicina, sus conocimientos también querían expandirse hacia las ramas más novedosas como la Biotecnología. Si bien bromea que "ya tengo una edad", lo que le dio pie a pensar en otras alternativas. Por ello, intentó entrar en Administración y Dirección de Empresas, pero finalmente fue Derecho la elegida.

"Para mí es un privilegio poder venir a las clases", valora Milagros. A un paso de acabar la carrera, admite que los primeros años le resultaron más fáciles y los últimos con asignaturas como procesal civil y procesal penal le han resultado "más difíciles". Si bien ensalza el trabajo de los profesores ya que "me han apoyado cuando lo he necesitado, con tutorías y explicaciones en cualquier momento".

Una buena relación que comparte tanto con profesores como con alumnos, aunque al principio empezara la aventura con "cierto temor" ante la diferencia de edad: "Tengo verdaderos amigos. Hay gente que de repente te da un par de besos y un par de abrazos. Otros se alegran cuando nos toca juntos hacer trabajos. Estoy realmente feliz", cuenta contenta.

Milagros Bernal en la orla de su graduación E. E.

Los saltos generacionales los nota, pero sobre todo, los valora: "Ahora muchas de ellas trabajan y estudian. En mi época solo te dedicabas a sacar adelante la carrera. Es admirable".

Su carrera en Medicina le ha ayudado a afrontar estos cinco años dedicados al Derecho: "Sobre todo en el caso de defender la justicia porque tanto el médico como el juez defienden la honestidad y el buen hacer", reflexiona.

Ejemplo de ello es cuando realizó las prácticas en Consumo el curso pasado, donde admite "siempre estaré agradecidísima". Asimismo, le abrió las puertas a una tipología del derecho que no conocía y por la que si pudiera no descartaría dedicarse.

A Milagros no le frena nadie y "si me lo permite la salud" no descarta continuar sus estudios con el máster de abogacía, aunque se le queda la espinita de ser juez "pero la edad ya no me lo permite porque son muchos años".

Ante la idea de escoger entre su pasión de toda la vida y la actual. Esta mujer bromea "es cuando te hacen elegir entre mamá y papá. Solo puedo decir que quiero a los dos igual".