Zaragoza
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La llamada de auxilio de Cuarte de Huerva tras las fuertes inundaciones de finales de septiembre tendrá respuesta este lunes con una cumbre en la localidad a la que asistirán representantes de la subdelegación del Gobierno, el Gobierno de Aragón, ADIF, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y ayuntamientos como los de Zaragoza, Cuarte, Cadrete o María de Huerva.

El objetivo no es otro que encontrar soluciones “de forma conjunta” a un problema cada vez más frecuente que amenaza el futuro del eje del Huerva, a sus vecinos y a su tejido empresarial. El Ayuntamiento de Cuarte, que lleva dos años reclamando respuestas a las instituciones, ha seguido reuniendo documentación estas semanas para poder estudiar “más a fondo” los distintos escenarios.

“Debemos caminar todos a una para que el agua no incida con esa violencia sobre Cuarte, Cadrete y María”, dice su alcaldesa, Elena Lacalle. La regidora es consciente de que habrá que tomar medidas dentro y fuera del municipio, acciones que “en el momento en que se acerquen a la zona de policía del río Huerva tendrán que ser aprobadas por la Confederación”.

“Todo termina pasando por la CHE, estamos hablando tanto de barrancos como de desagües directos al río. Es complicado, y lo que no podemos hacer es tomar decisiones unilaterales para proteger a una determinada comunidad de vecinos”, razona.

El Consistorio tiene clara su apuesta: la construcción de diques de contención en los barrancos del entorno para restar fuerza al agua. Este es uno de los asuntos que, previsiblemente, se pondrá sobre la mesa a partir de las 11.00 en el Ayuntamiento, aunque no todas las administraciones lo verían con buenos ojos.

Labores de limpieza

Las tareas de limpieza han ido esta vez “muchísimo más rápido” que en julio de 2023, cuando Cuarte se vio sorprendida por unas inundaciones históricas que a punto estuvieron de provocar una tragedia en el Tercer Cinturón de Zaragoza. “Hemos tenido mucha ayuda del Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza. Ha sido todo mucho más ágil. También teníamos los contactos que conseguimos el pasado episodio y nuestro plan de emergencia, que ha permitido una respuesta mucho más eficiente”, indica Elena Lacalle.

Estos días son muchos los vecinos que se han dirigido a ella para contarle su experiencia y aportar posibles soluciones. “Nada de esto cae en saco roto. Hay personas que llevan muchos años viviendo en Cuarte, que han visto cómo se comportaba antes el agua y que tienen aportaciones muy valiosas por hacer”, resalta.

Posibles culpables

Los pasos que discurren bajo la A-23 y el efecto embudo que generan apuntan a ser los principales culpables, pero no los únicos.

“Con los más de 200 molinos implantados en la zona de los barrancos hacia Muel se han hecho muchos movimientos de tierra y alisamientos que han podido provocar modificaciones en su comportamiento”, indica.

Lo mismo ocurrió con las vías del tren, ampliadas de una a tres en algunos tramos, una mejora que obligó a cambiar las canalizaciones. “Entiendo que por parte de Cuarte también va a tener que haber una actualización a todos los niveles de la forma en la que se construye y de los lugares donde se construye en función de la conclusión a la que se llegue. Hay que ser conscientes de que cada vez está habiendo más episodios de este tipo”, destaca.