María de Huerva se ha despertado en plena desolación tras la fuerte tromba de agua que ha dejado las calles llenas de barro. Sus vecinos se afanan con pala y escoba en mano para limpiar los desperfectos y hacer recuento de daños ya a la luz del día y tras digerir el susto generado al ver su municipio anegado de agua.
Las máquinas de Infoar destinadas por el Gobierno de Aragón ya se encuentran trabajando, sobre todo, en el baldeo de agua que ha afectado principalmente a los garajes y bajos de viviendas unifamiliares que ocupan las calles más cercanas a la ribera del río Huerva.
Mientras, los vecinos cooperan entre ellos para poder dar un poco de luz entre tanto barro. Los jóvenes están siendo, una vez más, una muestra de apoyo incansable. Jesús Caperus, de 15 años, está mano a mano con todos para limpiar los garajes.
Así, recuerda los momentos de tensión que vivieron ayer por la tarde en cuestión de poco tiempo: "Empezó a llover muy fuerte y a lo que nos dimos cuenta estaba corriendo un río por la calle". Se refiere a la calle Valle de Tena, que es la que más desperfectos ha ido sumando ya que, como cuentan los vecinos, se llenó todo de agua y "se formó un pequeño barranco".
Las calles de María de Huerva, este lunes, tras la tormenta.
La fuerza del agua era tal que reventó la puerta del garaje de las viviendas unifamiliares que conforman la mencionada calle: "Hay tres o cuatro metros de profundidad de agua en algunos garajes", comenta. A lo que lamenta: "Es todo un desastre".
Los desperfectos son tales que se han creado boquetes que comunican bodegas: "Se ven muebles flotando que van de una bodega a otra", cuenta. Jesús, uno de los afectados de esta calle, admite que ha tenido "mucha suerte" porque van a poder salvar los muebles, pero muchos materiales que guardaban están "irrecuperables".
Este joven, junto a numerosos voluntarios, se encuentra limpiando las viviendas más afectadas, echando una mano a sus propietarios para poder limpiar y cuantificar daños. Tras las primeras horas después de la tormenta se puede ver calles llenas de barro, coches varados en medio de rotondas o destrozados al haber estado flotando y golpeados por el agua.
Además, las compañías eléctricas ya trabajan en restablecer el suministro de luz, que se había interrumpido en todo el municipio. Entre las afecciones sufridas durante la jornada de este domingo en el municipio, en torno a 200 personas fueron desalojadas de sus viviendas por un escape de gas en la calle Cuarte y se ubicaron temporalmente en el polideportivo del municipio. No obstante, una vez solucionada la incidencia, pudieron regresar a sus domicilios sobre las 22.00.
