Zaragoza
Publicada

El coronavirus vuelve a repuntar en Aragón. Los conciertos y las aglomeraciones propias del verano han hecho que la incidencia haya subido en las últimas semanas, con cuadros de fiebre, tos, congestión, dolor de cabeza y de garganta que han dejado a más de uno fuera de juego.

Aunque la gravedad de los casos nada tiene que ver con la de los peores meses de la pandemia, los profesionales sanitarios instan a proteger a la población de riesgo, la más vulnerable. “Está pegando fuertecito, aunque no son síntomas que vayan a derivar en problemas para gestionar la enfermedad”, explica la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García.

Los centros de salud vienen registrando más contagios desde finales de junio, y en las farmacias venden cada vez más test de antígenos, un incremento que se ha notado especialmente en la última quincena de julio y los primeros días de agosto. “La gente está comprando más test, vienen con mascarilla o se llevan si no tienen”, apunta.

Hace 15 días se hablaba de un aumento del 30%, un porcentaje que se ha visto ampliamente superado en este ecuador del verano. “Yo, por ejemplo, en mayo y junio no vendí ninguno y en julio he vendido un montón”, agrega García.

Los hay que compran ya con síntomas, mientras que otros lo hacen por precaución antes de pasar unos días en familia, especialmente si hay personas de edad avanzada. “Le hemos perdido el miedo de que sea algo grave, pero con los pacientes de riesgo sí hay que tener cuidado”, subraya.

A muchos, el nuevo pico de contagios les ha cogido con test de hace dos años o, directamente, caducados. ¿Qué hay que hacer entonces en estos casos? García asegura que estas pruebas son válidas hasta la fecha de caducidad siempre que se hayan guardado correctamente.

“Si han expirado y sale positivo puede que no lo sea, y lo mismo a la inversa. Llegados a ese punto ya no ofrecen garantías y puede pasar cualquier cosa, lo que salga puede ser real o no. Hay que tener en cuenta que los reactivos caducan”, advierte la presidenta del Colegio de Farmacéuticos.

Los más nuevos distinguen entre covid, gripe A, gripe B y virus sincitial. Lo más normal por estas fechas es que si una persona presenta síntomas tenga covid, ya que en julio no hay gripe ni virus sincitiales.

Todo esto se está notando en los centros de salud, con un aumento de contagios desde junio.

No son muy significativos en comparación con los históricos picos de la pandemia, pero los hay de todas las edades, desde gente joven hasta personas mayores de 80 años. “Muchos se pueden confundir con catarros. En la mayoría, en tres o cuatro días puede estar solventado”, señala el presidente del Sindicato de Médicos de Atención Primaria de Aragón (Fasamet), Leandro Catalán.

El principal ‘problema’ es que los centros de salud ya no tienen pruebas diagnósticas. Los datos oficiales beben, sobre todo, de los test que se hacen en los hospitales, donde llegan los casos más graves.

¿Y qué dicen las estadísticas de Aragón? Según el Boletín Epidemiológico de Aragón, en la semana 30 -del 21 al 27 de julio- hubo dos detecciones de Sars-CoV-2 entre los pacientes con infecciones respiratorias agudas graves. Una semana antes se había registrado otro.