Gema Romero
Zaragoza
Publicada

La puerta se abre y el olor lo inunda todo. Montones de basura, restos de comida, suciedad extrema y hasta heces humanas en una de las habitaciones. Así es el panorama que se encontró El Español de Aragón al acceder a la vivienda de la hermana de Carmen esta semana.

La casa familiar de Carmen, en Caspe, consta de dos plantas. Sin embargo, en el contrato que firmó en 2023 solo figuraba la planta baja. La planta de arriba es de su hermana, y por tanto es una vivienda independiente. Aun así, los inquiokupas de Carmen llegaron a subir a ella.

El pasado lunes, Hugo, nieto de Carmen, junto a un grupo de amigos consiguió entrar en la vivienda. Lo primero que dijo al entrar fue: “Vaya estercolero, apesta a pis”. “Nunca pensé que la casa en la que me he criado iba a acabar así”, lamentó.

Un equipo de este periódico accedió a la vivienda y la escena era dantesca. Colchones tirados, bolsas de basura apiladas, restos de comida en descomposición, jeringuillas y otros objetos relacionados con el consumo de drogas esparcidos por varias estancias. Además, todos los armarios estaban abiertos y desvalijados.

"Encima están sacando un dinero"

La acumulación de ropa y objetos personales por toda la casa deja claro que varias personas han estado viviendo allí durante meses, ajenas al daño causado y a la angustia de su legítima propietaria. Hugo no podía ocultar su indignación: “Encima de no pagar el alquiler a mi abuela, se están sacando un dinero”, lamentó Hugo.

Ahora, la vivienda presenta un aspecto desolador, tanto por dentro como por fuera: “Hasta por fuera se nota que está muy dejada”, añadió el nieto, señalando la fachada descuidada, el jardín lleno de maleza y las ventanas sucias.

Para evitar que los inquiokupas continúen alquilando habitaciones, la familia ha decidido tapiar las entradas a la vivienda. “Si quieren volver a entrar, tendrán que trabajar un poco antes” expresó Hugo, mientras tapaba las entradas con ladrillos y otros materiales.

Así, el nieto de Carmen puso fin al problema en uno de los pisos de la casa. Pero, por el momento, la vivienda de abajo continúa okupada.