Publicada

La habitual imagen de personas fumando en las terrazas españolas podría cambiar radicalmente en un futuro. El Ministerio de Sanidad va a presentar un anteproyecto de ley en el que se busca convertir estos espacios en libres de humos. No serán los únicos ya que la ministra, Mónica García, ha puesto en el punto de mira otras zonas como los campus universitarios, piscinas de uso comunitario, vehículos de uso laboral, instalaciones deportivas donde quedaría prohibido fumar al aire libre.

Una medida muy sonada y que uno de los principales dañados serían los hosteleros, ya que podría verse perjudicada su economía al limitar la actividad de los consumidores en sus establecimientos. Por ejemplo, en Aragón la prevalencia de consumo en los últimos 30 días de tabaco en población general es del 33,9% en 2024.

Esta prohibición no es la primera vez que altera al sector, ya que durante la pandemia de la covid ya se aplicó en Aragón la prohibición de fumar en las terrazas de los bares y supuso “un daño económico importante”: “La pandemia tuvo también su propia particularidad y era que las normas tampoco eran claras. Había mucha gente que no consumía tabaco en las terrazas, pero se levantaba y fumaba en los alrededores. Luego, también es cierto que en ese momento concreto también generó mucha distorsión, porque en unas comunidades estaba prohibido, en otras estaba permitido”, recuerda Luis Femia, gerente de Cafés y Bares de Zaragoza.

Ante el cambio que supone esta nueva normativa a nivel estatal, ven cierta “incoherencia” en la aplicación de esta. “No entendemos que se limite esa prohibición de fumar en un espacio público, en un espacio abierto”, recalca.

No es lo único que provoca cierta desavenencia ante esta propuesta de ley, ya que consideran que la obligatoriedad les parece un tanto desmesurada y no mira por la opinión de los perjudicados: “Se tendría que dar la opción de que los propios establecimientos pudieran optar por elegir si sus terrazas son zonas donde se pudiera o no se pudiera fumar, porque creemos que la prohibición debe ser la última alternativa y más en un espacio abierto”, defiende.

En esta misma línea, desde los hosteleros también miran por el propio consumidor, ya que “en función de si son o no fumadores puedan elegir sentarse en una terraza u otra”: “Entendemos que existe esa prohibición porque hay un perjuicio, una molestia, etcétera, pero en un espacio exterior, tenemos que tener esa facultad de elección tanto del hostelero como del consumidor para poder elegir consumir en un sitio o en otro”, recalca.

Por su parte, la asociación de hosteleros de España consideran de “desproporcionada” la medida, ya que consideran que “no reduce el consumo, lo desplaza a otros espacios menos convenientes. Esta medida implicaría que las personas se levanten y se aglutinen para fumar, dando lugar a un ocio desordenado en la vía pública, molestando el paso a los transeúntes”.

Por otra parte, consideran que es una medida que además de ocasionar confusión para los consumidores también puede afectar al turismo: “Una prohibición a fumar en las terrazas generará mucha confusión entre los turistas porque no se entiende, dado que es algo que no existe en sus países de origen”, rechazan. A lo que añaden que entre la ciudadanía española no es una propuesta que “genere interés”.

Sanidad lo mira con "cautela"

Por su parte, desde la sanidad aragonesa se ve con cierta "cautela" esta nueva propuesta ante el desconocimiento de su interior. "Nuestra opinión tiene que ser siempre muy cautelosa porque no tenemos conocimiento de esto", matizó Nuria Gayán, directora general de Salud Pública, el viernes en la presentación de la campaña sin humo por el Día Mundial Sin Tabaco.

En el caso de salir adelante, la directora de Salud Pública señaló que las comunidades deben tener "claro" los ejercicios a actuar: "Tenemos que tener seguridad jurídica y sin dudas de si es aplicable en diversos aspectos".

Ante los límites de esta propuesta, se mostró un tanto escéptica de cómo se van a concretar las zonas: "Hay que saber hasta dónde llega el espacio prohibido y el espacio no prohibido y en algunas propuestas puede ser tremendamente difícil hacer esa diferencia entre el espacio que sí y el que no".