Aragón asume que Cataluña pondrá problemas para el traslado de las pinturas de Sijena. No espera grandes reticencias por parte del presidente de la Generalitat, que en las últimas horas ya ha avanzado que el Govern no obstruirá el proceso, pero sí por parte del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).
El Gobierno de Jorge Azcón espera no llegar a las imágenes de 2017, pero no lo descarta en absoluto, y confirma que, si la Generalitat no actúa, pedirá la ejecución de sentencia en cuanto acabe el plazo.
El reloj empezará a contar en el momento en que el Supremo dé traslado de la sentencia al Juzgado de Primera Instancia nº2 de Huesca. Entonces habrá 20 días hábiles para que el condenado -que es el responsable- haga el traslado.
El Ejecutivo autonómico cree que desde Cataluña recurrirán a maniobras dilatorias para atrasar, lo máximo posible, la 'mudanza', pero remarcan que no podrá alargarse sine die, ya que el MNAC se expone a ser castigado por un delito de desobediencia.
Lo más probable, dicen desde el Pignatelli, es que pidan al juez más tiempo para desmontar las pinturas y tenerlas preparadas, por lo que esos 20 días que se tienen ahora como referencia podrían convertirse en dos o tres meses.
Esto hace que en estos momentos sea imposible poner una fecha aproximada al traslado. Las conversaciones, en todo caso, ya han comenzado. La DGA mantuvo ayer los primeros contactos con el jefe de gabinete de Salvador Illa, un acercamiento que dejó claro que la situación es muy complicada y que el proceso no va a ser para nada sencillo.
Especialmente si se busca ligar el cumplimiento de la sentencia a un debate técnico y tras las declaraciones de miembros del Govern como Sonia Hernández, que apuntaba a la imposibilidad de extraer las pinturas.
Los argumentos
Para el Gobierno de Aragón no existe debate acerca de si el traslado es o no técnicamente posible. Desde el Ejecutivo recuerdan que en las últimas décadas se han producido 11 desplazamientos, con 4 préstamos temporales a Londres y Nueva York y dos desmontajes completos, así como que en el juicio oral, los peritos dijeron que era viable siempre que se adoptasen las precauciones necesarias, por lo que se descarta que el movimiento pueda provocar daños irreparables como defienden ciertos sectores catalanes.
A este respecto, desde la DGA recalcan que tanto la sala capitular como los dormitorios están técnicamente adaptados y garantizan unas buenas condiciones de temperatura, humedad y seguridad de cara a la conservación gracias a la inversión de los últimos años, que ronda los 6 millones de euros. También señalan que en su día las pinturas se quitaron a mano y se llevaron en camiones sin ningún tipo de protección adicional.
El principal precedente está en 1995, cuando se sacó parte de las obras del MNAC actuando sobre uno de los tabiques. El protocolo a seguir sería el mismo que el de 2017, con las pinturas perfectamente embaladas y una actuación cuidada al milímetro de la mano de los mejores especialistas. El propio presidente de Aragón, Jorge Azcón, aseguró que se van a poner "todos los medios" para hacer posible el traslado, reforzando incluso los existentes, y apeló a la "lealtad y la colaboración" del Gobierno catalán.