La consejera de Bienestar Social y Familia del Gobierno de Aragón, Carmen Susín, fue una de las miles de personas que se quedó atrapada en un tren por el apagón. Según ha contado este martes, estuvo 11 horas a pocos kilómetros de Plasencia de Jalón en dirección Madrid.
Aunque cogió el AVE a mediodía, no pudo regresar a Zaragoza hasta prácticamente la medianoche. Todo quedó en una anécdota, pero una anécdota que tardará tiempo en olvidar. "Lo peor fue la incomunicación, el no saber qué estaba pasando fuera, y el aburrimiento. Muchas personas se quedaron sin batería", ha apuntado.
Esas 11 horas las pasó sin probar bocado. "Hacía mucho calor. Los trabajadores se organizaron enseguida y recogieron comida. Sobre todo para niños y personas mayores", relataba.
El tren pudo seguir por inercia hasta un nudo de comunicaciones cercano. "Estábamos unas 2.000 personas, y delante nuestro había otros tres trenes más", explicaba. Al principio no les dejaron bajar, pero, tras varias horas de espera, pudieron hacerlo. "Había gente subida a dolinas para ver si cogían cobertura", agregaba.
En el momento en que les localizó el helicóptero del 112 llegó la esperanza. El personal del Gobierno de Aragón no tardó en hacerles llegar agua y se puso a trabajar para que pudieran volver pronto a Zaragoza. También desplazó una ambulancia del 061 y a equipos de Protección Civil para atender a las personas que lo necesitaran. La vuelta se hizo en el propio tren, que después de llegar a la estación de Delicias pudo poner rumbo a Madrid.
Pese al incidente, Susín reconoce que fueron horas "tranquilas". "Salvo la incomunicación y el aburrimiento se vivió con normalidad. El personal estuvo a la altura y atento a todo momento, igual que la gente del 061", señalaba.
La titular de Bienestar Social no fue, en todo caso, la única consejera afectada por el caos ferroviario generado por el apagón. La vicepresidenta, Mar Vaquero, volvía a Zaragoza a las 16.00 y se quedó tirada en Atocha. "Yo hoy tengo que volver a coger el tren y voy a ir preparada con todo", bromeaba Susín.