Zaragoza es la provincia aragonesa con más casos de gripe. La incidencia, según los últimos datos del Departamento de Sanidad, alcanza los 212,4 casos por cada 100.000 habitantes, por encima de la media de Aragón.
La segunda provincia con peores datos es la de Teruel, con 184,8, mientras que la de Huesca está en los 173,3. En términos globales, la incidencia alcanza los 203,3 casos por cada 100.000 habitantes, 40 puntos por encima del anterior dato ofrecido por el Ejecutivo autonómico.
Los expertos creen que en las próximas semanas podría alcanzarse el pico, de ahí la necesidad de seguir extremando las precauciones y actuar siguiendo las recomendaciones de los sanitarios para no colapsar las urgencias y los centros de salud.
Según explican desde la Consejería de Sanidad, la evolución de la epidemia ha hecho que en hospitales como el Clínico se hayan activado las medidas pertinentes establecidas para época de infecciones víricas: desde la agilización de altas en aquellos casos en los que sea posible hasta refuerzos de equipos para ingresos de las diferentes especialidades.
El hospital ha mantenido la actividad en consultas, pruebas y el área quirúrgica. La situación, pese a todo, no deja de ser complicada. En las últimas horas ha tenido que atender 513 urgencias, una cifra que se encuentra por encima de la media, según confirman desde el Ejecutivo aragonés.
En el caso del Miguel Servet se han contabilizado 483, otra cifra alta aunque habitual para un inicio de semana en plena temporada de gripe, y en el del Royo Villanova, otras 161.
En las últimas semanas, la epidemia ha obligado a Sanidad a hacer derivaciones al San Juan de Dios y el Hospital Militar desde los distintos centros de la capital aragonesa. También se abrió una jornada de vacunación sin cita previa que contó con una altísima participación, con largas filas para recibir la inyección este pasado sábado.
Desde sindicatos médicos como CSIF confirman que, pese a las altas cifras, los últimos días se están viviendo sin grandes sobresaltos en los hospitales. "No hay problemas de saturación, pero eso no quiere decir que las urgencias no estén llenas. En algunos hospitales como el Clínico creemos que parte de las atenciones se están canalizando a través de los centros de salud de los distintos municipios, lo que hace que no llegue todavía más gente a urgencias", expone su responsable de Sanidad, Jessica Fessenden.