Sobre la pervivencia del PSOE

Sobre la pervivencia del PSOE

La tribuna

Sobre la pervivencia del PSOE

El autor defiende la solidez del proyecto socialista en respuesta al artículo de Jorge Vilches, que en estas mismas páginas vaticinaba un negro futuro para el PSOE.

28 mayo, 2016 00:30

Pervivencia: Duración o permanencia con vida de una cosa, a pesar del paso del tiempo, de los problemas o de las dificultades.

Toda opinión es siempre una opinión, por más fundamentada que se exponga, con rigor o pretenciosidad, y por más que se rubrique acompañada de alguna acreditación académica. Dejó dicho Isaiah Berlin (1998) que "la inteligencia política consiste más en comprender que en saber". Las valoraciones, son eso mismo, juicios de valor que se ajustan a la escala de valores, intereses, preferencias, sentimientos y emociones del autor. Pero nada de esto resta legitimidad alguna al derecho a opinar y a tener una opinión propia, del mismo modo que tal ejercicio supone exponerse a la contradicción y a la contrariedad. Y, por supuesto, lo anterior es aplicable a cuanto expongo.

Ante la convocatoria, el 26 de junio, de unas nuevas elecciones generales la suerte del PSOE vuelve a inquietar a algunos analistas. Ha sido el caso de Jorge Vilches, autor del artículo "Adiós, PSOE, triste de ti" publicado esta misma semana en EL ESPAÑOL. Los socialistas somos conscientes de que muchos de quienes se preocupan por nuestro destino no nos llorarán demasiado en caso de desgracia. De cualquier forma, para la tranquilidad de estas personas puedo adelantar que el PSOE va a tener un papel relevante en la gobernabilidad de España y que sobre la pervivencia del partido no existe ningún peligro.

El PSOE, a diferencia de otros partidos, no es fruto de una coyuntura, por crítica que resulte

El PSOE, a diferencia de otras formaciones políticas, no es fruto de una coyuntura por crítica que resulte ésta. Su anclaje es estructural, su evolución ha sido paralela a la historia contemporánea de España y ésta no puede entenderse sin el PSOE. Su origen y desarrollo está vinculado a la organización del movimiento obrero, a la lucha por la libertad y a la obra modernizadora, a la construcción del Estado del bienestar y a la integración europea. No hablamos, pues, de cumplimiento de programas electorales o de experiencias de gestión pública, del carácter y virtud de sus dirigentes ni tampoco de la afección de sus militantes, se trata de algo más profundo.

En 1979, los comunistas españoles ironizaban con el lema de la celebración del centenario del PSOE que decía "1879-1979, cien años de honradez" añadiéndole "y 40 de vacaciones". Los militantes del PCE, bajo el influjo de cierta vena antisocialista, venían a reivindicar su heroica lucha contra la dictadura, convencidos además de que su reconocimiento les debería aportar mejores resultados electorales. En 1977, en las primeras elecciones democráticas, ya quedó expresado que tal reconocimiento no se produjo y, sin embargo, el partido supuestamente de vacaciones obtuvo un resultado muy superior al suyo.

A partir de 1982, todo el desarrollo de España ha sido, en su mayor parte, liderado por el PSOE

Funcionó la memoria de la República, la correspondencia con la socialdemocracia europea, su moderación y el relevo generacional. Los comunistas, aunque con mucha base joven, ofrecían candidatos históricos, algunos vinculados a la Guerra Civil y no aportaban, por tanto, la imagen de modernidad y de moderación que el país quería. Cuarenta años de dictadura no habían borrado la memoria del socialismo democrático y muchos españoles conocían, aunque fuera como emigrantes, el desarrollo y el bienestar que habían promovido en sus respectivos países los socialdemócratas europeos.

A partir de 1982, todo el desarrollo de España ha sido, en su mayor parte, liderado por el PSOE. Recordemos que hasta 1983 España era para la OCDE un país en vías de desarrollo. Y quizás, por ello, debemos enfrentar "el fracaso de todos los éxitos" expuesto contrariamente al verso de Ángel González.

Neoliberales y comunistas recurren a la crisis de la socialdemocracia para eludir explicar las suyas

Desde que cayó el Muro de Berlín, neoliberales y comunistas o excomunistas recurren a la crisis de la socialdemocracia para eludir explicar las suyas. Como expone Torres Mora (2015) "una incierta izquierda, que a veces ni se reconoce como izquierda y mucho menos como comunista revolucionaria, se ha pasado la vida pidiendo explicaciones a los reformistas por haber traicionado la revolución al construir el Estado del bienestar y ahora se dedica a reprochar a los socialistas no defenderlo suficientemente".

No parece que el modelo socialdemócrata esté agotado cuando vienen a reivindicarlo desde la vertiente cínica de la derecha y desde la vertiente melancólica de la izquierda, dicho en los términos de Daniel Innerarity.

Syriza no ha constituido revolución alguna ni el fin de las angustias que lo llevaron al triunfo

El recurso al fantasma pasokista es fruto del delirio pues parte de un deseo extravagante que ignora la naturaleza e historia del PSOE y del PASOK. Y en todo caso, tampoco parece que la experiencia de Syriza haya constituido revolución alguna ni el fin de las angustias que lo llevaron al triunfo. Pero si el PSOE no es como el PASOK, tampoco es como el PS francés, ni como lo fue el PSI, ni el SPD, ni tampoco como el Partido Laborista británico. Sus orígenes, su historia, su idiosincrasia, su arraigo social y cultural difieren en cada caso.

El PSOE, como organización, fundamenta su cohesión, más allá de su programa político, en la identidad y en el sentido de pertenencia a un proyecto histórico que reivindica su memoria y glosa su épica. Pero tampoco resulta asimilable a otros proyectos políticos oportunistas -en un sentido no peyorativo, como lo fue la UCD, CDS, la operación reformista de Roca, o la reciente UPyD en el caso español-.

Los comunistas no están cómodos en el proyecto europeo y algunos han planteado la salida del euro

El PSOE es, además, el partido político español más europeísta, por vocación y por semejanza. Los comunistas siguen sin encontrase cómodos en el proyecto europeo y los neocomunistas no confesos han llegado a plantear la salida del euro. A la derecha española le pesa su pasado antidemocrático y autárquico, al que tanto le cuesta renunciar, que le diferencia de la derecha europea.

Algunos pretenden un final rápido de la historia con un borrado de la misma. Ningún partido español ha celebrado 137 años de edad. En estos tiempos, a los que hay quien llama "líquidos", se pretende actuar con demasiada prisa y por impulsos, pero la política exige paciencia y reflexión.

El centroizquierda constituye el espacio mayoritario en el que se ubican los electores españoles

Los nuevos partidos aún tienen pendiente responder a las expectativas que han generado. Han surgido con un discurso contra la política, otorgándose el papel de sujetos no políticos, pero su sobrevivencia no dependerá de esta máscara sino de su capacidad para transitar en la política que tanto denostaron. Y a la derecha, no le resultará fácil desembarazarse de su más seria amenaza, que más allá de figuraciones, sigue siendo el PSOE.

Y una última cuestión. Hay un dato estadístico, y es que la mayoría del electorado se autodefine en una posición política e ideológica en la que se sitúa el PSOE. El centroizquierda, como posición, y la moderación y el diálogo como actitudes, constituyen el espacio mayoritario en el que se ubican los electores. Y ello favorece el proyecto socialdemócrata. Como resulta también cierto que es el partido que menos rechazo suscita. Otra cosa es que el PSOE consiga articular una correspondencia entre esa posición y el voto. Y eso lo veremos en unos días.

*** José Luis Ábalos Meco es portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Socialista.

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