Una de las piezas históricas impresas en 3D por Google y Stratasys.

Una de las piezas históricas impresas en 3D por Google y Stratasys.

Tecnológicas

La impresión 3D, de hacer figuritas a preservar el legado histórico y cultural

La responsable de educación de Stratasys, Gina Scala, habla de su proyecto con Google para reproducir monumentos: "Ofrece un nuevo nivel de accesibilidad"

15 febrero, 2019 07:00

Normalmente no se oye la palabra reliquia o historia junto a la palabra accesible", explica Gina Scala. La directora del área educativa de Stratasys, uno de los líderes mundiales de impresión 3D, transmite vía telefónica el entusiasmo que le genera el acuerdo que acaba de cerrar con Google. Con la división Arts & Culture del gigante de las búsquedas, ambas compañías ofrecen ahora la posibilidad de que cualquiera se pueda imprimir un museo en su casa. Los archivos digitales de las diferentes obras que son Patrimonio de la Humanidad serán accesibles a cualquiera. Y como bien recuerda, con su modelo J750 estarían hechos de la manera más fiel posible al original.

El que se pueda tocar y sentir esta clase de objetos es la clave que subraya Scala. "Esto ofrece un nuevo nivel de accesibilidad para estudiantes de todo el mundo. Esencialmente cualquiera de estas partes puede imprimirse y exhibirse en cualquier universidad del planeta". Es un cambio de paradigma que considera brutal, "da acceso a lo que típicamente estaría restringido a arqueólogos o antropólogos a cualquier estudiante o persona curiosa. Sin necesidad de un pasaporte, visado, dinero y tiempo para ir y experimentar estas piezas de cultura. No es solo preservar el patrimonio cultural, es dar acceso a él en una forma que no hemos visto hasta ahora".

Un salto en la percepción del patrimonio del que aún no somos conscientes socialmente. "Cuando el público general piensa en la impresión 3D es para pequeñas piezas o figuritas, cuando la realidad es que es mucho más que eso. Son cosas de las que no se es consciente", señala. Y ahí Scala repasa todos esos avances logrados. "Ya sea preservar el patrimonio cultural con modelos realistas o construir las piezas que usan Airbus y Boeing en sus aviones, la fabricación aditiva está ya a nuestro alrededor en más cosas de las que pensamos porque es una herramienta de fabricación y de prototipado. Esto define nuestra era. Lo que tenemos como oportunidad es increíble".

Volviendo al proyecto que les ha unido con Google Arts & Culture, Scala recuerda que la colaboración empezó hace unos años. Esta área de la empresa lleva años trabajando alrededor del mundo escaneando artefactos históricos, ya fueran objetos o monumentos. "Les ayudamos con la idea de unir estos archivos digitales con la impresora J750, porque cuando tienes estas piezas en las manos y las puedes ver y tocar, da otra capa de realismo y de acceso al mundo", explica.

El cambio básico lo ve con el avance de estas impresoras, este modelo en particular no estaba disponible hasta 2017, "con lo que es una tecnología relativamente nueva, teniendo en cuenta que la impresión en 3D lleva unos 30 años, pero este grado de impresión en color solo tiene dos años".

Aunque Google sea conocida por sus productos digitales, Scala recuerda las limitaciones que hay cuando se habla de cierto contenido únicamente virtual, como solo ver cosas en 2D o en la realidad virtual. Un ejemplo que maneja es su colaboración con el Museo Británico. En sus almacenes de Londres, han conservado por más de un siglo unos moldes de yeso hechos por Maudslay en Guatemala y "nadie podía verlos ni tocarlos porque eran muy, muy frágiles". Google pudo escanearlos e imprimirlos con la J750. "De esa manera, los historiadores pudieron estudiar un objeto de una antigua civilización de una forma que no se había podido hacer en un centenar de años", afirma.

"Ser capaz de sostenerlo, mirar la forma en que lo tallaban y por qué era culturalmente relevante fue algo que la impresión 3D permitió y que no se pudo hacer antes". De ahí que destaque que el proyecto de escaneado de Google está consiguiendo que la alta tecnología convierta al legado cultural en accesible y lo acerque de forma "más realista", gracias a las capacidades de la impresión 3D con este grado de detalle. 

Y aquí es cuando presume Scala de las capacidades de su máquina. "Google eligió la J750,  que es capaz de manejarse con medio millón de colores, con una capacidad que va de lo más rígido a lo flexible y, de la misma forma, de lo transparente a lo opaco. Ese hiperrealismo hace que sea la mejor impresora del mundo por la capacidad en manejo de productos".

Esas posibilidades de la tecnología han motivado a Stratasys a estar en contacto con buena parte de las universidades del mundo. "Damos un vistazo a cómo será el mundo en cinco o 10 años". Por eso agradece estar en contacto con los mayores expertos del globo, viendo cómo evolucionarán sectores como la medicina o la aeronáutica gracias a la fabricación aditiva. "Toda esta I+D se está trabajando ya en las universidades y se creará un futuro más brillante gracias a la impresión 3D".