Las intensas y prolongadas lluvias caídas sobre la provincia de Ciudad Real durante la pasada Semana Santa han permitido que el río Cigüela aporte agua a las Tablas de Daimiel después de una década sin hacerlo y que el Parque Nacional tenga casi el 30 % de su superficie, unas 470 hectáreas, encharcadas.

Las Tablas han resurgido, al menos parcialmente, y se encuentren en el mejor momento de los últimos años, lo que no solo es bueno para el medioambiente, sino para la actividad turística, que se ha visto incrementada notablemente durante las primeras semanas de la primavera. 

Recientemente ha visitado el espacio natural el fotógrafo Venancio Martín, que a través de su objetivo ha captado con su habitual sensibilidad las estampas más icónicas del singular humedal, con centenares de aves, sus conocidas pasarelas de madera, miradores, etc.