Más eficacia en el "gasto social"

Por Sigrido Samet

El Lunes 18 de Enero, ABC publicó un artículo de Guy Sorman ("Esa luz que viene del norte"). No he visto ningún comentario periodístico ni personal. Me parece sorprendente porque, a mi juicio, se trata de una artículo muy importante. Dice Sorman que "Finlandia se dispone a probar la renta mínima universal (...) este año cada ciudadano adulto, independientemente de su renta y su situación, recibirá una ayuda de 800 euros".

Pero, dirán algunos, esta fue le propuesta de Podemos (pero un 33% más elevada) que luego abandonaron por irrealizable. Dar una renta de 600 euros a 20 millones de adultos implica un gasto de ciento cuarenta y cuatro mil millones al año. Como nuestra deuda externa supera ya al PIB, es obvio que no se la puede aumentar más. A menudo los políticos hacen propuestas magníficas... si fueran realizables. Cada propuesta debería estar acompañada por un plan de financiación, de viabilidad y de sus consecuencias a mediano plazo.

Al parecer, el Gobierno finlandés tiene estudiado estos asuntos: "Esta ayuda implica, como contrapartida, la eliminación de la mayoría o de todas las ayudas sociales otorgadas hasta ahora por el Estado, según las rentas, y destinada obligatoriamente a un fin específico, como la ayuda para la vivienda, la escolarización de los hijos, el aislamiento de la casa, etc." Se puede suponer que incluye la Sanidad, aunque Sorman no la menciona en sus ejemplos.

"La burocracia que gestiona actualmente las ayudas sociales ya no tendría razón de ser, y desparecería (...). Por tanto los más humildes que no pagan impuestos a la renta conservarán la ayuda en su totalidad, y los demás devolverán una parte {en la declaración de la renta}, lo que de hecho introduce una cierta progresividad en la ayuda (...). El Gobierno finlandés espera que tenga efectos beneficiosos para el empleo y crecimiento, porque una persona joven, o no tan joven, poco cualificada, aceptará de mejor grado un empleo con una remuneración mediocre, sabiendo que además seguirá percibiendo su ayuda universal. (...) el abandono de las ayudas sociales ya no permitirá comprar votos".

Los "gastos sociales" se financian con los impuestos de los ciudadanos. Por lo tanto, la "renta mínima universal" consiste en devolver a los ciudadanos parte de sus impuestos. Como cada uno sería dueño de esos 800 euros, los gastaría con moderación (por ejemplo, iría al médico cuando realmente lo necesita).

Suele hablarse de "privatización de los servicios". Pero los finlandeses se proponen privatizar el consumo, con las múltiples ventajas que creo haber apuntado.