¿Condenados a un nuevo y peor bipartidismo?

Por Víctor Llano

Lo peor que nos podría ocurrir es que a corto plazo tengamos que sufrir un nuevo bipartidismo, ahora entre el PP Y Podemos. Y a fecha de hoy parece lo más probable. Tanto Rajoy como Iglesias parecen empeñados en ello. A los dos les beneficiarían nuevas elecciones.

A los de Podemos no podemos pedirles que renuncien a superar al PSOE, pero de los del PP se podría esperar algo más de responsabilidad. Al menos tendrían que dejar claro que si existe alguna posibilidad de que con otro que no sea Rajoy se pudieran evitar un pacto con los independentistas o nuevas elecciones, el partido estaría dispuesto a ofrecer la cabeza del máximo responsable de que en cuatro años perdieran más de tres millones y medio de votos.


No todo depende de Pedro Sánchez o de los varones del PSOE. Si Rajoy insiste en su condición de estafermo, otros de su partido podrían recordarle que no hay nadie imprescindible y que los españoles necesitan con urgencia de su sacrificio. ¿Acaso no insisten en que lo único que les importa es la estabilidad que genera la confianza de la que dependen sus supuestos logros económicos? Ahora tienen la ocasión de demostrarlo.


En cualquier caso, la cabeza de Rajoy no es lo único que podría ofrecer el PP. Cuentan con otra opción. Pueden intentar un gobierno de dos años de Ciudadanos o de un independiente con su apoyo y el del PSOE. Todo pactado por escrito ante los españoles. A los socialistas les convendría. Ni se entregarían en brazos de los que admiran a liberticidas ni en cuatro meses se verían superados por ellos. En dos años podrían intentar mejorar sus expectativas que ahora están a la altura de sus logros en Madrid.


En las últimas elecciones no sólo no desapareció del todo el bipartidismo del que únicamente disfrutaban las cúpulas del PP y del PSOE, también nació con mucha fuerza la posibilidad de otro peor. O los que pueden lo evitan, o en mayo Pablo Iglesias contará con muchas posibilidades de ser el primero al que llame el Rey para formar gobierno.


El comandante de Podemos es con mucho el más inteligente de todos los que pueden decidir nuestro futuro. Lástima que su talento no le impida defender políticas que nos arrastrarían al peor de los fracasos debilitando hasta el extremo las libertades de todos, especialmente de los más humildes, para él, los de abajo. El PP, el PSOE y Ciudadanos podrían impedirlo. Todavía están a tiempo. ¿Lo harán?