Por Luis Landajuela Lloret
Probablemente no me hubiese sorprendido tanto de no haber tenido entre manos el inquietante Koba el temible. La risa y los Veinte Millones de Martin Amis. Una meditación sobre Stalin, su legado y el sistema que le sostuvo durante un cuarto de siglo.
Lo estaba leyendo y aparece en pantalla nuestro líder político mejor valorado. Sonriendo, manifiesta sin pestañear: "no tengo ningún problema en reconocer que soy comunista".
Hombre Alberto , algún problemilla deberías plantearte.
Fíjate en estos testimonios :
" El mes pasado la cárcel de Balachevo devolvió a Elan 78 presos, 48 de los cuales tenían menos de diez años... parece que no hay más mentalidad que la violencia, siempre estamos "atacando". Todo es agresión, "acometemos" la noche entre las nueve y las diez y el amanecer. Todo el mundo es agredido: las fuerzas de choque visitan a todos los que no cumplen con sus obligaciones y los “convencen” con todos los medios imaginables. Agreden a todos los que figuran en sus listas, y así es siempre, noche tras noche.”
…. Tras enumerar , en una carta a Stalin, cinco torturas empleadas para obligar a los campesinos a revelar donde estaban las reservas de cereal, el novelista Mijaíl Shólojov añadía: “ Podría poner miles de ejemplos parecidos. No son “abusos” del sistema; es el sistema de recoger el cereal”.
Ahora que se habla tanto, con razón, del sufrimiento de la gente y de la memoria histórica, no convendría olvidar la toponimia de todas las factorías de sufrimiento humano. Algunas de las más importantes fueron organizadas en nombre de la revolución: Ucrania, Kolyma, Lubianka, Lefortovo…
En estos días es un gesto muy habitual. Si tuviera oportunidad te regalaría el libro.
Un cordial saludo
Postdata:
Justo antes de enviar este post, leo en el periódico que los organizadores de la campaña de Unidos Podemos recomiendan no airear determinadas banderas en los mítines, entre ellas las del Partido Comunista.