"They started to fight when the money got tight and they just didn’t count on the tears" Billy Joel.

En estos tiempos de locura monetaria parece que el aumento salvaje de deuda no le preocupa nadie. Y debería. La acumulación constante de deuda pública significa menos crecimiento, menores salarios reales, menos empleo y más impuestos a futuro.

La deuda pública no supone crear reservas para el sector privado, como repiten los aristócratas del expolio. La única razón por la que el estado puede endeudarse de manera masiva es porque vive de las empresas y familias.

La deuda pública solo es una reserva cuando la solvencia del estado es incuestionable, y la realidad es que España vive de prestado con el crédito de otros. La prima de riesgo de Portugal ha caído más que la de España en medio de una enorme crisis policía en el país vecino, lo que demuestra que los indicadores de riesgo están disfrazados por una política monetaria que nos venden como contractiva y es absolutamente acomodaticia.

Sin el apoyo masivo de Europa y el BCE, España estará hoy quebrada. El Gobierno, en vez de reducir los desequilibrios, se dedica a maquillar los datos y acordar con sus socios todavía más gasto.

El Instituto Juan de Mariana ha publicado un informe demoledor sobre la salvajada de deuda pública que acumula España. Lo llaman el día de la deuda, es decir, la fecha en la que el país ha consumido todos sus ingresos fiscales y empieza a endeudarse para pagar compromisos. Según el informe, hay siete países de la UE que alcanzan el Día de la Deuda antes que España, pero su deuda media es del 53,8% del PIB, la mitad que la española.

España tiene un problema de stock de deuda y de flujo.

A pesar de haber alcanzado ingresos récord gracias a lucrarse por la inflación y subir los impuestos a las clases medias, el total de ingresos fiscales solo cubre once meses de gasto. Todos los gastos desde el 30 de enero se cubren con más deuda, que pagarán nuestros nietos con más inflación, más paro y menos salarios reales. Porque la deuda se paga. Siempre. Si usted se cree que hacer impago nos iba a salir gratis tiene un problema con la realidad. Impago significa reconocer la falta de credibilidad crediticia del emisor de menor riesgo, el estado, y supone gigantes recortes y la quiebra de muchas empresas y familias.

Las Corporaciones Locales son las únicas que tienen un ligero superávit, según el informe. Por Comunidades Autónomas, el peor resultado es el de La Rioja, donde el Día de la Deuda llega el 17 de noviembre. Cataluña lo alcanza el 12 de diciembre y Madrid el 16. El mejor resultado es el de Galicia, que agota sus ingresos el 28 de diciembre.

La deuda pública crece en España a un ritmo de 164,8 millones de euros cada día. 

La deuda pública crece en España a un ritmo de 164,8 millones de euros cada día. Y lo peor es que el ruinoso estado de las cuentas públicas se extiende a la Seguridad Social.

La Seguridad Social española registra el mayor déficit de caja de toda la Unión Europea y la deuda del sistema público de pensiones se ha multiplicado por tres en los años de Gobierno de Sánchez. Desde el 10 de octubre, todos los pagos de la Seguridad Social se hacen aumentando la deuda. Insostenible.

Pagar las pensiones exclusivamente con los ingresos del sistema supondría reducir casi 60 euros la prestación media percibida mensualmente por los jubilados españoles. Cuando el Gobierno les dice que les sube la pensión, en realidad lo que hace es endeudar a los hijos y nietos de los jubilados.

La situación es extremadamente preocupante porque el poder político sigue aumentando los desequilibrios bajo la falacia de que “no ha pasado nada”. La deuda pública supera el récord de dos billones de euros (pasivos totales de las administraciones públicas, Banco de España), un récord de 1,56 billones en cálculo de déficit excesivo y solo se disfraza por el efecto de la inflación en la ratio de deuda sobre PIB.

España, a este ritmo, se lanza a una década (2008-2028) de déficit y deuda cronificada.

Muchos le dirán a usted que eso le pasa a todo el mundo y que Estados Unidos también se endeuda. Estados Unidos genera un aumento de deuda pública de un dólar por cada dólar de crecimiento económico. Desde 2019, España genera seis euros de deuda por cada euro de PIB.

El Gobierno de España se enfrenta ahora a un ajuste exigido por Bruselas de más de 20.000 millones de euros y unas promesas a sus socios de coalición que suponen gastar mucho más y además de manera recurrente, incluyendo la ruptura de la caja única de la Seguridad Social. ¿A quién va a intentar engañar primero?

El Gobierno de España se enfrenta ahora a un ajuste exigido por Bruselas de más de 20.000 millones de euros. 

Intentará engañar a Bruselas con estimaciones de ingresos fiscales de ciencia ficción y promesas de aumentos de impuestos, paga usted. Intentará engañar a sus socios retrasando los aumentos de gasto todo lo que pueda. En realidad, el gobierno solo puede mantenerse si engaña a todos, incluido sus votantes que ya estarán sufriendo la subida de impuestos a seguros, primas, electricidad, gasóleo y gas natural.

No, esto no le está pasando a todo el mundo.

España es el segundo país de Europa con mayor aumento de la deuda pública desde finales de 2019 hasta el primer trimestre de 2023. La subida, de 14,6 puntos del PIB, está muy por encima del incremento observado en el conjunto de la Unión Europea, donde el aumento ha sido de 6 puntos del PIB.

Algunos economistas le venden a usted que el Estado nos da más de lo que pagamos en impuestos, pero es falso, porque lo calculan sin considerar la acumulación de deuda, es decir, engañando. Como explica el informe del Instituto Juan de Mariana, “el endeudamiento enmascara el verdadero coste del gasto público, al trasladar su financiación al futuro”. “Esta ilusión fiscal equivale a 8.478 euros por asalariado”.

Todos los que dicen que la deuda no importa y el déficit es bueno es porque viven de ello y se benefician del aumento constante del peso del gasto político.

No hay nada más insolidario que pasarle el coste de los excesos fiscales del Gobierno actual a las generaciones venideras. Esto no se solucionará con gradualismo, necesitará medidas contundentes y decisivas de recorte de un gasto político que se ha disparado en los últimos cinco años y ya supera los 38.000 millones de euros anuales en un país con una ineficiencia en gasto público de 60.000 millones al año.

La deuda no es gratis. Es una enorme losa para la economía. Las cuentas públicas de España son las de un país quebrado sostenido porque la Unión Europea todavía lo tolera.