Nueve claves que demuestran la importancia de la digitalización de las empresas

Nueve claves que demuestran la importancia de la digitalización de las empresas

La tribuna

¿Por qué es tan importante digitalizar las empresas?

España tiene una oportunidad de oro para transformar sus pymes. Un proceso que traería mejores salarios, más productividad y más innovación, entre otros.

8 octubre, 2021 02:24

Tras una crisis tan intensa como la ha sido la de la Covid-19, la necesaria recuperación de la economía española se ha puesto en manos de un plan que combina inversiones y reformas, siendo la transformación digital uno de los pilares sobre los que se apoya el plan. Pero ¿por qué es tan importante la transformación digital de las empresas?

Un reciente informe del Banco Europeo de Inversiones (BEI) nos da la respuesta a esta pregunta. En el caso de las empresas de la UE, las digitales, que son aquellas que han implementado al menos una tecnología digital avanzada (impresión 3D, robots, internet de las cosas, big data/inteligencia artificial, realidad virtual, plataformas, drones):

1. Son más productivas, tanto en las grandes empresas digitales como -con más intensidad- en las pequeñas (hasta 50 trabajadores).

2. Invierten más en innovación. El porcentaje de empresas digitales que son activas desde el punto de vista de la innovación (invierten en I+D y desarrollan nuevos productos, procesos o servicios) es del 20% en las pequeñas empresas y de cerca del 30% en las grandes, mientras que en el resto de empresas los porcentajes se sitúan alrededor del 10%.

3. Invierten más en activos intangibles. Mientras que en las empresas digitales cerca del 40% de su inversión se concentra en intangibles (I+D, software, bases de datos, formación de los trabajadores, mejoras organizativas de la empresa), en el resto de empresas el porcentaje es del 30%.

4. Tienen una mayor propensión a exportar. En las empresas digitales pequeñas, el 50% son exportadoras, mientras que en las no digitales el porcentaje está en torno al 35%. En las grandes, los porcentajes son mayores: casi 70% en las digitales y cerca del 60% en las no digitales.

5. Crecen más deprisa. El porcentaje de empresas que han crecido en los últimos tres años siempre es mayor en las digitales con independencia de su tamaño.

6. Pagan mejores salarios. Las empresas digitales demandan empleo de más calidad que está mejor remunerado. La diferencia de salarios entre empresas digitales y no digitales es más acusada en las empresas grandes.

7. Están en mejor posición para invertir en capital humano de sus trabajadores. Las empresas digitales dedican más recursos a la formación de sus trabajadores: mientras que el 70% de las pequeñas empresas digitales invierten en formación, en las no digitales el porcentaje es del 60%. La misma diferencia se reproduce en las grandes empresas, aunque con porcentajes más elevados.

8. Invierten más en medidas en favor de la eficiencia energética. El 70% de las empresas grandes digitales realizan este tipo de inversión (unos 15 puntos más que en las no digitales), siendo el porcentaje del 35% en las pequeñas empresas digitales (frente al 30% de las no digitales).  

9. Realizan inversiones en favor de la lucha contra el cambio climático. El porcentaje de empresas digitales que invierten o planean invertir de acciones para hacer frente al problema del cambio climático (por ejemplo, reducir las emisiones de CO2) duplica al resto de empresas.

Es una larga y convincente lista de argumentos que demuestran el enorme potencial de la digitalización y la necesidad por tanto de avanzar en la transformación digital del tejido productivo.

Los datos que aporta el informe del BEI de las empresas españolas las sitúa por encima de la media de la UE en el índice sintético de digitalización, con un valor de 71,3 (el máximo es 100), frente a 67,2 de la UE.

Este indicador agregado tiene en cuenta seis aspectos: intensidad digital, infraestructuras, software, organización, gestión y perspectiva digital. En tres de ellos España está por encima de la UE (intensidad, organización y gestión).  Por tipo de tecnología digital (impresión 3D, robots, internet de las cosas, big data/inteligencia artificial, realidad virtual, plataformas y drones), el porcentaje de empresas españolas que las utiliza supera a la UE, con la excepción de la impresión 3D. Donde más destacan las empresas españolas es la adopción de tecnologías propias del internet de las cosas.

En resumen, la imagen agregada del grado de digitalización de las empresas españolas es buena en el contexto europeo, con un índice que supera la media de la UE.

La imagen agregada del grado de digitalización de las empresas españolas es buena en el contexto europeo

A la misma conclusión se llega utilizando el índice DESI que elabora la Comisión Europea, cuyo valor de España también supera a la media europea (57,5 vs 52,6), con el matiz de que en este caso está referido a toda la sociedad y no solo a las empresas.

Donde la imagen se resiente es en el caso de las pequeñas y medianas empresas, que son con diferencia mayoría en el tejido productivo, y cuyo nivel de digitalización está alejado del de las medianas y grandes empresas. Es ahí por tanto donde hay que poner toda la carne en el asador, con acciones específicas dirigidas a este colectivo de empresas.

Tenemos la oportunidad de oro para dar un impulso a la transformación digital con el maná de los fondos europeos. Pero para que esas inversiones den su fruto en términos de ganancia de productividad/competitividad, es necesario que vayan en paralelo a la implementación de reformas estructurales, que son precisamente las que actúan por el lado de la oferta para crear las condiciones favorables a que avance la productividad.

Además, no basta con adoptar las tecnologías digitales (que es lo que recoge el índice de digitalización del BEI), sino utilizarlas intensamente y de forma eficiente, lo que exige aumentar las competencias digitales y concienciar a las empresas del potencial de la transformación digital.

*** Joaquín Maudos es catedrático de economía de la Universidad de Valencia, director adjunto del Ivie y colaborador del CUNEF.

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