Si de verdad la curva de contagios del Covid-19 se está aplanando (según el Gobierno), ahora hay que pensar en cómo salir de la 'coronacrisis'. El desafío es complejo porque, junto con la dimensión sanitaria, hay otras tres: la política, la macroeconómica y la microeconómica (empresarial y personal-familiar). No va a ser fácil responder al reto.

Sobre la dimensión sanitaria hay expertos. Pero parece que para evitar rebrotes y posibles reapariciones en meses hay que aplicar masivamente test confinando los positivos, sean sintomáticos o asintomáticos. Más vale prevenir que curar y adelantarse que llegar tarde. En aeropuertos y otros lugares de tránsito en el futuro puede que se mida la temperatura personal, como ahora se hace con el equipaje.

En la dimensión política las encuestas dicen que los ciudadanos desean un acuerdo ¿Pactos de la Moncloa bis? Para ello es necesario reconstruir la confianza política. Ya indiqué en Invertia El Español que, probablemente, eso exigiría un cambio en la composición del Gobierno que no es quitar a su presidente. Entre otras cosas porque la actual composición de las Cortes hace inviable otro presidente y convocar elecciones es irresponsable. Pero Sánchez si puede cambiar ministros. Poner al frente de economía y hacienda personas que susciten confianza en los partidos, agentes económico-sociales y líderes europeos.

Los ciudadanos desean un acuerdo ¿Pactos de la Moncloa bis? Para ello es necesario reconstruir la confianza política

Con ello se podrán aprobar unos Presupuestos adecuados a la situación y creíbles en Europa. El Presidente puede no cambiar su Gobierno, pero entonces tendrá más difícil el acuerdo y, sí no lo logra, deberá apechugar con toda la responsabilidad con mayor dificultad.

Sí se recobrase la confianza política, interna y externa, la dimensión económica exige un diagnóstico acertado. La crisis que se avecina será de demanda por la contracción del turismo, el consumo interno con aumento del desempleo, la contención salarial y la debilidad del sector exterior con nuestros clientes maltrechos.

Eso exige sustituir esa falta de demanda con inversión pública y privada, sin aumentar, de momento, la presión fiscal para no reducir más el consumo y la inversión privada. Con el endeudamiento público de España será difícil financiar esta inversión sin acudir a Europa. Las medidas iniciales de financiación europea sirven para los gastos sanitarios, pero se necesitará más dinero que Europa sólo nos dará si: a) confía en los gestores económicos del Gobierno español, como en los años 2012/2013); o b) interviene las cuentas, un rescate.

Se necesitará más dinero que Europa sólo nos dará si confía en los gestores económicos del Gobierno o interviene las cuentas

La ruta económica está condicionada a la capacidad de negociación del Gobierno (actual o remodelado) interior y exteriormente. En todo caso habrá que ahormar las cuentas públicas, controlar el déficit, evitar despilfarros, bajar los capítulos de gastos del Presupuesto (sueldos, compra de bienes y servicios, subvenciones y transferencias, …) e invertir en aquello que tenga un alto multiplicador en creación de puestos de trabajo y generación de rentas.

No todo el esfuerzo debe ser del sector público. Empresas y familias deben invertir y consumir. Para eso necesitan liquidez y confianza en la situación política. De ahí que haya que tomar dos medidas importantes: a) reducir las cargas impositivas de empresas y familias; b) mantener la seguridad jurídica.

Nada más perjudicial para esa confianza que los anuncios de miembros del Gobierno de subordinar la "propiedad privada al interés general, sin restricciones legales". Algo contrario a Europa y la Constitución, pero que basta el mero anuncio de medidas confusas y demagógicas para romper la confianza. Sobre todo, si provienen de sectores con veleidades bolivarianas. Calladitos estarían más guapos.

No todo el esfuerzo debe ser del sector público. Empresas y familias deben invertir y consumir

Los empresarios deben ser conscientes que tienen obligaciones de solidaridad con sus grupos de interés: empleados, clientes, proveedores financiadores y la sociedad en general … De momento hay ejemplos como: pagar el 20% de prima en Mercadona; las reconversiones para hacer mascarillas o respiradores; o la renuncia al ERTE de Inditex …. En el futuro deberán responder siendo más eficientes y creando trabajo. Es su función.

Porque lo que sí han demostrado los españoles y sus familias es que saben de disciplina y solidaridad.

No va a ser fácil y dependerá de las medidas si saldremos más pronto o más tarde, mejor, regular o peor. El Gobierno y los líderes políticos tienen su responsabilidad. Cada uno la suya y, cuando esto pase, no duden que se les va a exigir.

*** José Ramón Pin Arboledas es profesor del IESE.