El pasado 20 de abril 'volvieron las sonrisas', como dijo la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Y es que, en España, dejó de ser obligatorio el uso de las mascarillas en espacios interiores (aunque con excepciones). El fin de esta restricción ya se ha dejado notar en la venta de estos productos sanitarios: ha caído un 25% en abril.

Así lo constantan los datos facilitados por Iqvia a EL ESPAÑOL-Invertia. En marzo, la venta de mascarillas (higiénicas, quirúrgicas y FFP) en farmacias alcanzó los 41,2 millones de euros. Una cantidad que cayó hasta los 30,7 millones en abril de este año, la cifra más baja desde el inicio de la pandemia. 

Pero la venta no es lo único que ha registrado decrecimientos. También ha caído la producción de mascarillas: un 60% menos desde mediados de enero, de acuerdo a las cifras que manejan desde la Asociación Española de Fabricantes de Mascarillas, Batas y EPIs (OESP).

Francisco Sánchez, presidente de la organización, advertía en conversación con este periódico que  "la población ha relajado el uso de este producto y ha bajado el consumo de mascarillas".

Una situación que pone contra las cuerdas a esta industria en nuestro país. "Habrá empresas que aguanten, otras diversificarán su negocio y otras se verán obligadas a cerrar", ha avisado Sánchez. De hecho, los turnos en las fábricas ya se han reducido, llegando incluso a quedarse en uno solo.

Suben las ventas de test

Por su parte, mientras que las ventas de mascarillas han caído, las de test de antígenos de la Covid se han incrementado un 35%. En abril, alcanzaron los 26,9 millones de euros en farmacias, de acuerdo a los datos facilitados por la consultora Iqvia.

El mes anterior, en marzo, la venta de estas pruebas de diagnóstico rápido fue de 19,9 millones de euros. Sin embargo, la cifra alcanzanda en abril no supera todavía a las registradas en los dos primeros meses del año. Un periodo en el que, recordemos, España estaba en plena sexta ola de coronavirus.