El vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno de España, Pablo Iglesias, anunciaba este martes que los Presupuestos Generales del Estado incluyen una partida de más de 700 millones de euros de los fondos europeos para mejorar la atención de las personas mayores. En concreto, la intención del Ejecutivo es transitar del modelo actual de residencias a uno parecido al de los países nórdicos.

Sin embargo, esta inversión es insuficiente para el sector de las residencias. Cinta Pascual, presidenta del Círculo Empresarial de Atención a Personas (CEAPS), ha denunciado que “invertir 700 millones de euros para apostar por un modelo nórdico es una burla”.

Según las cifras aportadas por Pascual a Invertia, harían falta entre 4.500 y 5.000 millones “para mejorar nuestro sistema actual y estar un paso más cerca de las residencias de los países nórdicos, aunque para eso hace falta mucha más inversión”, ha aclarado.

Imagen de la Residencia de Mayores de La Paz, en Madrid D. D.

Las principales características de las residencias de países como Suecia o Noruega son principalmente el precio de la plaza (5.000 euros al mes) y unidades con un máximo de 30 personas. En nuestro país, las residencias suelen tener alrededor de 120 plazas y el precio medio es de 1.650 euros al mes.

Incrementar la inversión 5.000 millones más supondría aumentar las tarifas de las plazas públicas. Esto revertiría directamente en una mejora de las condiciones laborales de los profesionales y en los ratios de personal, y una disminución de las listas de espera.

Atención domiciliaria

La atención domiciliaria a las personas mayores es otro de los modelos por el que quiere apostar el Ejecutivo español, tal y como ha anunciado Pablo Iglesias.

Sobre este asunto, Pascual ha puntualizado que “primero hay que diferenciar los niveles de dependencia”. Un punto que ha apoyado también Ignacio Fernández-Cid, presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia.

“La atención domiciliaria de una persona con una dependencia severa no es posible”, ha apuntado Fernández-Cid. Actualmente, son 90 horas al mes las que se dedican como máximo a personas dependientes en sus domicilios, es decir, 3 horas al día. “¿Qué hace ese dependiente las 21 horas restantes?”, ha reflexionado.

Los objetivos del plan para mejorar la atención a personas mayores “son una declaración de intenciones, pero no son suficientes y mucho menos la inversión de 700 millones”, ha añadido Fernández-Cid.

En España, la atención domiciliaria tiene un precio medio de 18 euros la hora, según las cifras aportadas por José Augusto García, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). “Los 700 millones anunciados se traducirían en una atención de 48 horas al año para cada uno de los 800.000 dependientes que están en sus domicilios”.

Unos datos que parece no conocer el Ejecutivo por la falta de diálogo con el sector, tal y como han denunciado las propias patronales. “Un Gobierno que no ha escuchado al sector empieza mal. Lo primero que deberían haber hecho es interesarse por cómo está el modelo actual de residencias y después crear una hoja de ruta”, ha concluido Pascual.

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