Los inversores se agolpan para comprar renta fija en el año de su renacer tras dos cursos de caídas y su peor ejercicio en los últimos 50 años. Ante tal boom derivado del alza de los tipos de interés, Muzinich & Co, una de las gestoras de deuda más famosas del mundo, prefiere ir acelerando muy poco a poco y su principal recomendación son los bonos corporativos europeos de corta duración y mayor calidad.

Así lo ha expresado su director de Productos y Estrategias de Inversión, Erick Muller, en su reciente paso por Madrid. “Los fundamentales no son buenos ahora, pero tampoco son tan malos”. La incertidumbre le hace ser precavido: “No es que no nos gusten otros activos de deuda más arriesgados, de hecho hay más oportunidades en otros, pero los clientes deben volver de menos a más”.

“Lo primero es que los inversores pongan el dinero en la renta fija. Es un buen dinero, con rentabilidades de partida entre el 4% y el 5,5% y evitando los impagos tras el susto de 2022. Y cuando el riesgo macroeconómico se estabilice, podrían subir un escalón, a los bonos de peor calidad y mayor rendimiento (high yield)”, según la estrategia temporal que establece Muller para el 2023.

Rebaja de calificaciones crediticias

La previsión de Muzinich es que los tipos oficiales de la Fed y el BCE culminen su senda alcista en el 5,25% y el 3% para finales del primer semestre.

Conforme al cuadro presentado por Muller, las quiebras (o defaults) empresariales no van a incrementarse, aunque sí puede darse una rebaja generalizada de ratings desde el BB al B en las emisiones corporativas. A nivel macro, “Europa evitaría la recesión y, si acaso entrara, sería corta y poco profunda”.

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En cuanto a la inflación, “se desacelerará, pero no tan rápido como desean los mercados”, por eso los bancos centrales “mantendrán los tipos más altos durante más tiempo”. Todo esto le lleva a pensar al experto de Muzinich que “es demasiado pronto para ir a la parte larga de la curva de deuda”.