En JPMorgan AM son ahora algo más optimistas con el panorama económico de lo que lo eran hace unos meses. Sus expertos han reducido del 35% al 25% las posibilidades de que haya una recesión global, siendo el 15% el porcentaje habitual para un año normal. Eso sí, aunque el crecimiento se mantendrá en terreno positivo, será discreto tanto en Estados Unidos como en Europa.

Tal y como ha explicado Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de estrategia para España y Portugal de la gestora, que tras la crisis bancaria de marzo, aunque también esperaban un crecimiento positivo pero discreto, su escenario “era un poco menos constructivo”.

Ahora con una visión “más constructiva”, todavía pronostican un crecimiento discreto. La diferencia reside en el riesgo de que Estados Unidos entre en recesión y que eso, a su vez, provocase una contracción global. Un supuesto al que ahora dan menos posibilidades en los próximos seis meses.

[JPMorgan cree que Feijóo ralentizará los pactos con Vox para evitar el estigma de la extrema derecha]

De lo que sí ha advertido Gutiérrez-Mellado es de que cada vez hay más diferencias regionales. Mientras que Europa ha navegado por dos trimestres de recesión, la recuperación de China ha perdido fuelle, al mismo tiempo que Japón “está tirando”.

En JPMorgan AM consideran que Europa ya está saliendo de esa recesión que “ha provocado Alemania”, a pesar de que “otras partes están aguantando bien”. En cualquier caso, la contracción del último trimestre de 2022 y del primero de este año casi no se ha notado en los mercados financieros “porque el mercado laboral sigue siendo muy fuerte y por unos resultados empresariales que han aguantado”.

La situación es similar en Estados Unidos, donde a mediados de marzo saltaron las alarmas por el impacto que en la economía estadounidense podría tener la crisis bancaria. Y, en opinión de Gutiérrez-Mellado, “todavía es pronto para saber todas las consecuencias” que este episodio ha podido tener.

A pesar de ello, “la realidad es que los datos macroeconómicos están aguantando muy bien. Estados Unidos ha crecido un 2% en el primer trimestre del año fundamentalmente por las exportaciones y el consumo”.

[JPMorgan compra los activos de First Republic Bank y EEUU evita otro caos bancario]

Respecto a los bancos estadounidenses, ha considerado que “todavía no se puede decir que la situación esté resuelta ni que conozcamos todas las implicaciones que va a tener. Dicho esto, en JPMorgan AM se mantienen firmes “en que unas condiciones financieras más restrictivas van a tener un impacto económico”. La diferencia respecto a ciclos anteriores es que el apalancamiento de las familias es más bajo.

En cuanto a la inflación, el elemento que condiciona todo el escenario económico, mientras que “Estados Unidos va en la buena dirección” -se moderó al 3% en junio, más de lo previsto- todavía falta para alcanzar el objetivo del 2% marcado por la Reserva Federal (Fed); de ahí la necesidad de tipos altos durante más tiempo.

"En Europa la foto es distinta", ha considerado Gutiérrez-Mellado, ya que la inflación a este lado del Atlántico se encuentra en niveles más elevados -todavía del 5,5% en el sexto mes del año- teniendo en cuenta que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó más tarde su ciclo de endurecimiento monetario.

Según las previsiones que manejan en JPMorgan AM, la Fed elevará al menos una vez más los tipos de interés, hasta situarlos en el rango del 5,25% y el 5,5% y que después los miembros del banco central estadounidense se paren a observar los datos. Pese a que la propia institución ha señalado dos aumentos, “quizá el segundo no sea necesario”, ha considerado Gutiérrez-Mellado.

Asimismo, consideran que el BCE aumentará los tipos dos veces más, también 25 puntos en cada una de ellas. De cumplirse este pronóstico, la facilidad de depósito -la tasa de referencia para los mercados- se situará en el 4%.

Además, creen que los tipos se mantendrán en estos niveles máximos durante más tiempo del esperado por los mercados para lograr reducir la inflación.

Carteras

Con esa visión más constructiva, en JPMorgan han hecho ligeros cambios en sus carteras, como añadir algo más de renta variable, que venían infraponderando frente a la renta fija. De esta forma, en la firma han “cerrado un poco” la diferencia entre ambos activos.

Dentro de renta fija, en la firma prefieren la estadounidense frente a la europea al considerar que en Estados Unidos el fin del ciclo de las subidas de tipos está más cerca y la inflación más controlada.

En el proceso de neutralizar la renta variable, y en un entorno de corrección de las expectativas de beneficios empresariales, han añadido peso en Japón y Reino Unido.