Semana convulsa para los mercados financieros. En menos de siete días, los principales bancos centrales del mundo han endurecido su política monetaria de una u otra forma para luchar contra la elevada inflación. Pero, ¿y si la subida de tipos no fuera suficiente?

Los inversores ya no solo temen que la dureza de los bancos centrales pueda generar una recesión económica. De hecho, basta con mirar lo ocurrido este jueves en Wall Street. El Nasdaq 100 se dejaba un 4%, el Dow Jones quedaba a punto de perder un 20% desde máximos y el S&P 500 sigue profundizando en el territorio bajista en el que lleva inmerso desde hace semanas. 

Por si fuera poco, en los mercados empieza a instalarse la sensación de que las subidas de tipos podrían no ser suficientes para atajar las subidas de precios. Por tanto, creen que la recesión que puede estar por venir sería necesaria para poner freno a la subida de los precios.

Así lo ven desde la gestora de fondos Federated Hermes. Sus analistas resaltan que “cada vez es más probable que sea necesaria una recesión y un aumento del desempleo para controlar la inflación”.

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Ante este panorama la renta variable europea vive un auténtico viacrucis. Y lo hace desde que el jueves de la semana pasada el Banco Central Europeo (BCE) anunció el final de las adquisiciones de deuda al amparo de su programa de compra (APP, por sus siglas en inglés). A partir de julio, los tipos de interés subirán en 25 puntos básicos.

Los parqués europeos han cerrado en negativo cuatro de las cinco sesiones que han tenido lugar desde entonces. En el acumulado desde el pasado jueves -y hasta el cierre de este- las caídas se acercan al 10%.

Solo este miércoles, gracias a la reunión de urgencia que mantuvo el BCE, los índices del viejo Continente cerraron la jornada al alza. De la cita, salió un plan de acción para controlar la fragmentación financiera de la eurozona.

Por un lado, los miembros del Consejo de Gobierno decidieron reinvertir las tenencias de deuda de su programa de compras contra la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés). Por el otro, determinaron acelerar el diseño de una nueva herramienta para contener las primas de riesgo de los países periféricos.

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La reunión de la institución europea fue una sorpresa en medio de una semana en la que todas las miradas estaban puestas en la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Tal y como esperaba el mercado, el banco central estadounidense llevó a cabo la mayor subida de tipos de interés desde noviembre de 1994 al incrementarlos en 75 puntos básicos.

Pero no solo eso. La institución señaló nuevas alzas, que podrían ser de la misma proporción, en la cita de julio y actualizó sus previsiones económicas. Ahora espera un menor crecimiento para el PIB de EEUU, frente a un desempleo más elevado y una tasa de inflación más alta.

A pesar de todo ello, los principales índices de Wall Street cerraron la sesión del miércoles al alza. Sin embargo, la alegría duró poco, ya que la jornada del jueves se saldó con fuertes descensos al otro lado del Atlántico.

“En situaciones como estas, las segundas reflexiones son las que terminan imponiéndose, porque tipos más altos más rápidamente, menos PIB y más inflación no es un mensaje particularmente estimulante”, apuntan los analistas de Bankinter.

Los descensos que los índices estadounidenses suman en las últimas cinco sesiones son superiores a los registrados por las plazas bursátiles del viejo continente. El principal señalado es el tecnológico Nasdaq Composite, que ha perdido casi un 12% de su valor.

En la rueda de prensa posterior a la reunión, el presidente de la Fed, Jerome Powell, fue preguntado sobre cuánto "dolor" económico se necesita para bajar la inflación. Respondió que hay un "camino" para que los precios se ralenticen mientras se mantiene la solidez del empleo.

Recesión

Las intenciones de la Fed no son provocar ahora una recesión, pero Powell fue honesto al decir que no desencadenarla "no va a ser fácil".

En la gestora Vontobel consideran que la probabilidad de que "la Fed consiga un aterrizaje suave de la economía es muy pequeña en este momento, si no es nula".  Según Jon Maier, CIO de Global X, las probabilidades de que tenga lugar una recesión económica en EEUU durante los próximos doce meses es del 31,5%.

Pero no solo la Fed y el BCE o han endurecido su política monetaria en la última semana. El jueves llegó el turno del Banco de Inglaterra y el de Suiza.

El Banco de Nacional de Suiza decidió endurecer su política monetaria con una subida de la tasa de referencia y del interés de los depósitos a la vista de 50 puntos básicos, la primera alza desde septiembre de 2007. Ahora se encuentra en el -0,25% para contrarrestar el aumento de la presión inflacionista.

Por su parte, la entidad británica acometió la quinta subida de tipos de interés desde el pasado diciembre. Incrementó el precio del dinero en 25 puntos básicos para situarlo en el 1,25%, su nivel más alto desde 2009 y se mostró dispuesta a “actuar con contundencia” para frenar la inflación.