Pánico vendedor. Mucho dinero en juego. Los mercados financieros han comenzado la semana bajo la amenaza del coronavirus y su impacto en el crecimiento económico global. La expansión de la epidemia en Italia ha terminado por contagiar el sentimiento inversor y lo que en principio era ‘solo’ un temor se ha convertido en un auténtico cisne negro que ha puesto en jaque las bolsas mundiales.

En Europa las pérdidas rondaron el 4% el lunes, superando incluso el 5% en la bolsa Italia, la peor jornada para los parqués del Viejo Continente desde junio de 2016, tras el referéndum del brexit. Según cálculos de Reuters, el miedo al coronavirus ha borrado 420.000 millones de dólares (387.180 millones de euros) de las bolsas europeas, con los inversores huyendo en masa hacia activos considerados más seguros, como el oro o la deuda.

La caída superó el 5% en la Bolsa de Milán y el 4% en la Bolsa de Londres y de Madrid. En concreto, el Ibex 35 ha perdido este lunes un 4,07%, su peor sesión desde junio de 2016 hasta los 9.483 puntos. Los valores del sector turístico y los relacionados con las materias primas fueron los más afectados por la avalancha de ventas.

Las aerolíneas también han sufrido con especial virulencia el impacto del coronavirus. Y es que los inversores consideran que muchos de estos valores se verán obligados a rebajar sus previsiones de beneficio si la crisis sanitaria se prolonga en el tiempo. Los títulos de IAG se hundieron un 9,5% en la primera sesión de la semana en la bolsa española, despidiéndose de los 7 euros por acción por primera vez desde el 4 de febrero. La compañía ya pierde un 4,6% en lo que va de año.

Las pérdidas han sido aún mayores en otras plazas europeas, con desplomes de casi el 9% para Deutsche Lufthansa y Air France. Ryanair se hundió un 13% y Easyjet se llevó la palma con caídas del 16% en la Bolsa de Londres.

El contagio no ha tardado en llegar a Wall Street. Y con más virulencia si cabe que en Europa. Si muchos consideraban que la principal plaza financiera del mundo vivía en un estado de burbuja constante -con sus tres principales índices marcando máximo tras máximo-, esa burbuja ha estallado este lunes. El Dow Jones se dejaba más de 1.000 puntos (-3,5%) al cierre de la sesión (la peor en dos años), borrando la barrera de los 28.000 puntos que consiguió batir por primera vez en diciembre de 2019.

Por su parte, el S&P 500 retrocedió un 3% hasta los 3.232 enteros, mientras que el Nasdaq 100 cayó un 3,7% en los 9.221 puntos.

Igual que en Europa, el mercado de deuda actuó en esta ocasión como activo refugio. En EEUU, y con los inversores lanzándose a la compra de bonos, la rentabilidad del 'treasury' a diez años (que se mueve de manera inversa al precio) se ha hundido 7,3 puntos básicos hasta el 1,397%, su marca más baja desde julio de 2016 y a punto de rozar su mínimo histórico establecido en el 1,32%. 

Los expertos coinciden en que el problema no es tanto la extensión del coronavirus como las medidas que se tengan que llevar a cabo para frenar su avance. Sobre todo porque si la actividad corporativa se detiene en China, las compañías en otras partes del mundo que dependen de sus suministros no podrán producir. Una perspectiva que también ha pasado factura a sectores como el automovilístico, con caídas que el lunes oscilaron entre el 4% y el 7% para valores como Ford, General Motors o Tesla

Tranquilidad entre los gestores

"Todo va a depender de la evolución de la macro", asegura un gestor de fondos nacional, que se muestra confiado en que los datos económicos vayan apoyando la recuperación de las bolsas.

Es cierto que el pasado sábado el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió de que el crecimiento global se podría resentir un 0,1% este año. Y que la cifra podría ser del 0,4% en China. Pero las cifras que se van conociendo permiten mantener la esperanza sobre las perspectivas. Este mismo lunes negro para las bolsas se hizo público un buen dato de confianza alemana (Ifo), con una lectura de 96,1 puntos frente a los 95,3 que esperaba el mercado. 

Pero ni por esas. El pánico ya se había apoderado de los inversores y las ventas se propagaban por todas las bolsas europeas. “Nosotros estamos tranquilos, son eventos que ocurren de vez en cuando, pero históricamente está demostrado que a los seis meses los mercados se recuperan” explica Javier Navarro, asesor de inversiones de Esfera Capital Gestión.

Los gestores se muestran confiados en poder sacar provecho de estas caídas. “Está claro que es una situación negativa para los mercados y para la economía, y habrá valores muy penalizados”, indican. “Sin embargo, esto puede ser una oportunidad para que muchos refuercen o entren en compañías en las que los inversores han vendido de forma indiscriminada”, explica Navarro.

Lo mismo con las empresas italianas, las más castigadas este lunes en los mercados europeos.  “Las empresas italianas deberían ser razonablemente resistentes al brote del coronavirus; los economistas italianos prevén que su brote sólo afectará al PIB en un 0,2%, causando un efecto mínimo toda Europa”, asegura Mondher Bettaieb-Loriot, director de crédito de Vontobel AM. Entre los nombres que figuran en su cartera de fondos, están compañías muy penalizadas este lunes como Generali, Mediobanca, Unicredito, Intesa SanPaolo, Enel o Telecom Italia.

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