Un año después de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) otorgase el polémico rescate de 53 millones de euros a Plus Ultra, la aerolínea continúa con su estrategia de recuperar actividad, pero con un ojo puesto en la guerra de Ucrania por los efectos a largo plazo que pudiera tener en su recuperación.

Aunque de forma directa no afecta al negocio de la aerolínea -centrado en vuelos a Latinoamérica- fuentes de la compañía reconocen a EL ESPAÑOL-Invertia que "la guerra tiene consecuencias como el aumento del precio del combustible o el impacto que puede tener en la confianza a la hora de planificar viajes".

De momento, no han notado un impacto significativo en el negocio. No obstante, "se sigue evaluando la evolución de los acontecimientos, sin poder descartar que en algún momento tenga alguna repercusión en el sector que perjudique a Plus Ultra al igual que a cualquier otro operador", detallan.

De ahí que la ocupación en febrero haya superado sus previsiones al alcanzar el 82% de media. "La evolución de la ocupación depende de muchos factores, sobre todo de la evolución de la pandemia y de la guerra de Ucrania. Sin embargo, hasta el momento la tendencia es al alza", avanzan a este medio. 

Asimismo, la compañía ha retomado la gran mayoría de sus trayectos. Incluso ha recuperado las rutas a Venezuela, cuyo espacio aéreo estuvo cerrado hasta enero por la pandemia de la Covid-19. 

La aerolínea opera actualmente en Madrid, Tenerife, Caracas, Lima y Malabo. Además, la compañía ha anunciado el lanzamiento de tres nuevas rutas para verano de este mismo año: Bogotá, Cartagena de Indias y Santo Domingo.

Al margen de la recuperación de la actividad en vuelos programados, Plus Ultra sigue operando vuelos chárter a demanda así como algunas operaciones de carga. Por cuestiones de confidencialidad no desvelan datos concretos de las operaciones que se realizan para terceros.

Previsiones

De hecho, en enero la compañía avanzó que espera mejorar las previsiones exigidas en el plan de viabilidad de la SEPI, con el objetivo de devolver el polémico rescate de 53 millones de euros otorgado hace un año. La ayuda pública se dividió en un préstamo participativo de 34 millones y en otro ordinario de 19 millones.

En concreto, la compañía prevé que las previsiones mejoren el objetivo de ingresos del plan de viabilidad en más de un 5%. En cuanto al resultado bruto de explotación (Ebitda), la aerolínea espera superar los objetivos marcados por la SEPI en más de un 10%, y los resultados netos en más de un 6%.

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